* Falla la estratagema de la ex Directora Paulín, que buscaba hacer aparecer a las víctimas como agresores
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial Expediente Ultra
La maniobra legaloide de la directora del Instituto de Artes de la UAEH, María Teresa Paulín, para acusar a un grupo de estudiantes que protestaron en su contra, con la intención de acusarlos de «privación ilegal de la libertad en grado de tentativa», fue frenada por un juzgado federal, en el amparo indirecto 1775/2023.
Fue una burda maniobra con la descarada intención de señalar a los agredidos como «agresores».
El recurso favorece a los estudiantes Víctor Morales Suárez, Aranza Islas Padilla, Ángel Eduardo Cuevas Cruz e Ingrid López Flores. Además, se giró citatorio para audiencia constitucional el 14 de diciembre y se «requiere a las autoridades responsables para que en 15 días rindan informe, apercibidos de que de no hacerlo, se presumirán como ciertos los actos reclamados».
Se trata de otro episodio en el conflicto surgido entre estudiantes que protestaron por abusos de la directora del IDA, María Teresa Paulín, la que intenta «voltear la tortilla» a los estudiantes para señalarlos como agresores, toda vez que ellos fueron brutalmente agredidos por los porros pagados por la rectoría.
Aline Martínez Ruano, presidenta de la Asociación de Alumnos del Instituto de Artes, dijo que «ya teníamos sospechas, no sabemos si por esto la UAEH ha ignorado la solicitud de negociación para que sus acusaciones avancen en lo penal, pero sin notificaciones» y denunció todo esto como represalias, todo contra lo acordado previamente con la UAEH».
Como suele suceder, la protesta estudiantil contra la directora del IDA ha seguido un camino tortuoso, con el rector Octavio Castillo haciendo declaraciones acerca de negociaciones tomando en cuenta las demandas estudiantiles, pero «bajo cuerda» acuden a demandas de tipo penal del todo absurdas y abusivas.
Ha sido, en todo caso, una estratagema para responder a las acusaciones contra dirigentes del «Consejo Estudiantil» de la UAEH, conformada por golpeadores pagados, algunos de los cuales tienen acusaciones por lesiones en pandilla por los hechos del 19 de septiembre.
Dentro de estas actuaciones, el dirigente Esteban R.D. fue citado a declarar ante los Juzgados Orales, donde alegó contar con «una suspensión temporal de amparo» para no ser aprehendido.
En consecuencia, la jueza Karina Vértiz declaró un receso, y al reanudar la sesión, el acusado no se presentó, en un desacato abierto.
El agente del Ministerio Público declaró esa conducta desfachatada como «una estrategia desleal», en una reacción quizá demasiado obsecuente.
El tal Esteban es dirigente del Consejo Estudiantil de la UAEH (CEUAEH), y durante decenios han gozado de impunidad ante sus tropelías, por lo que su forma de proceder ante la autoridad no es ninguna novedad.
Esteban ha sido públicamente señalado como jefe de los grupos de choque de la UAEH, los que ese 19 de septiembre dirigió a los porros que encapsularon primero, y golpearon después a los estudiantes y padres de familia que realizaban una protesta pacífica.
Esto originó 12 carpetas de investigación por parte del encargado de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo, Santiago Nieto Castillo.
Para contrarrestar esa acción de la autoridad, la rectoría echó a caminar «un plan ranchero» para convertir a los agredidos en agresores.