En el reciente debate presidencial, la vicepresidenta Kamala Harris logró imponerse sobre el expresidente Donald Trump, según la mayoría de los expertos políticos. Sin embargo, a menos de dos meses de las elecciones, el impacto de este debate podría no ser determinante en un panorama electoral aún muy incierto, donde el voto en estados clave jugará un papel crucial.
El debate, transmitido en vivo el pasado martes, atrajo a 67 millones de espectadores, un número significativamente alto. Desde el inicio, Harris tomó la iniciativa y mantuvo a Trump en una posición defensiva. Este último, por su parte, hizo afirmaciones sorprendentes y polémicas, incluyendo declaraciones sobre migrantes comiéndose mascotas y afirmaciones sin pruebas sobre las elecciones de 2020.
El desempeño de Trump en el debate provocó una avalancha de memes y sátiras en redes sociales, con comentarios que incluso inspiraron letreros en restaurantes y videos humorísticos. La respuesta en los medios y en las redes ha sido intensa, con un enfoque en sus declaraciones más absurdas.
A pesar de la amplia cobertura mediática y la recepción cómica de sus comentarios, los sondeos post-debate muestran que la carrera electoral sigue apretada. Un reciente reporte indicó que entre los votantes indecisos, seis de cada diez se inclinaron hacia Trump tras el debate, mientras que solo tres mostraron apoyo por Harris. Este dato resalta la complejidad del panorama electoral, donde el debate puede no haber cambiado significativamente las inclinaciones de los votantes.
Ambas campañas están concentrando sus esfuerzos en los estados clave: Pensilvania, Arizona, Nevada, Michigan, Wisconsin, Georgia y Carolina del Norte. Harris ha intensificado su campaña en estos estados, con eventos públicos programados para atraer a los votantes preocupados por la economía y la disfunción política.
El profesor Jedediah Britton Purdy de la Universidad Duke ha señalado que un gran porcentaje de los votantes en estos estados perciben la economía y el sistema político como necesitados de cambios drásticos. Esta percepción ha llevado a muchos a buscar alternativas fuera de los partidos tradicionales, y tanto Harris como Trump intentan capitalizar estas inquietudes.
Mientras Harris busca movilizar el voto con propuestas sobre vivienda, apoyo familiar y reducción de costos, enfrenta críticas por su apoyo a la política exterior de su gobierno y la falta de avances en temas clave como el cambio climático. La campaña de Harris ha lanzado esfuerzos para movilizar a votantes jóvenes y progresistas, especialmente en estados como Michigan.
En medio de este escenario, el apoyo de figuras públicas como Taylor Swift ha generado un aumento notable en el interés por el registro de votantes, lo que podría ofrecer una ventaja adicional para Harris. No obstante, el impacto real de estos apoyos aún está por verse.
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