Claudia Rodríguez
Generaciones enteras de mexicanos fueron informados desde la instrucción de la escuela primara, que México era un verdadero cuerno de la abundancia por la riqueza en recursos naturales de todo tipo, incluso metales preciosos y sobre todo por los yacimientos petrolíferos, mismos que al explotarlos y refinar el producto, nos colocarían en los mismísimos cuernos de la luna en tanto administrábamos nuestra riqueza nacional y cada mexicano disponía de un altísimo ingreso per cápita.
Pero de eso, hasta ahora nada. La mitad de lo que se nos informó fue una verdadera farsa. Porque sí tenemos una inmensa riqueza de recursos naturales pero son apenas unos cuantos los que se han beneficiado económicamente de todo el patrimonio nacional, en tanto la gran mayoría conforme pasa el tiempo, cada vez más ve disminuido su ingreso y algunos, millones, viven de la caridad de los gobiernos, que a la vez se benefician del voto de quienes están inscritos en dichos programas asistenciales.
Hoy incluso, no son poco los analistas que advierten que se podría poner en verdadero riesgo al país, de seguir inyectando recursos económicos a Petróleos Mexicanos (Pemex), la otrora joya mexicana por los aportes económicos que hacía a la Hacienda pública y que ahora se encuentra en una penosa situación deficitaria y operando en números rojos.
Y quién lo iba pensar, ahora Hacienda es la que abastece de recursos económicos a Pemex, y una vez que apenas hace unos días la primera destinó a la segunda, alrededor de 73 mil millones de pesos provenientes del ajuste al gasto público y de los remanentes del Banco de México (Banxico); es el mismo director general de la petrolera, José Antonio Gonzáles Anaya quien en reciente entrevista para el Financial Times, señala que esto no resolverá los problemas estructurales que aquejan a la empresa y que el próximo 28 de abril los resultados que se reportarán serán aún peores a los correspondientes al último trimestre del 2015.
Algo sí hay que hacer notar. México si llegó a tener una abundancia en recursos naturales, a causa de su magnífica ubicación geográfica en el planeta, su extenso territorio y el factor toral de contar con extensas costas lindantes con los océanos Pacífico y Atlántico.
¿Qué o quienes nos hay llevado a la ruina? Eso sin duda es tema para otra oportunidad. Lo que sí es un hecho, es que aquella abundancia que no era ficticia, no nos ha reportado beneficio al grueso de los mexicanos y es quizá el origen por lo que apenas unos pocos se encuentran vilmente enriquecidos y los más en la pobreza ominosa.
Acta Divina… “Vamos a administrar la abundancia”: José López Portillo, ex presidente de México.
Para advertir… Y saber, que desde el mismo final del sexenio de López Portillo, México ya se encontraba en una profunda crisis económica.
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