La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Parajoda babélica: como el jardín, la Y tiene senderos que se bifurcan
Con base en los resultados electorales de los últimos procesos, no hay duda de que una alianza opositora en Veracruz, sería competitiva para ganar la gubernatura, el problema es que, la percepción indica que MORENA es imbatible, por la inacción de sus adversarios.
No obstante, los principales partidos en un hipotético bloque, PAN y PRI, además de negociar los términos de una coalición, tienen que resolver las disputas internas para definir al posible contendiente, este es el meollo del asunto.
Por parte del ex partidazo, hay dos aspirantes viables: Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, podríamos agregar al edil orizabeño Juan Manuel Díez o a la diputada local Anilú Ingram, pero no tienen la trayectoria de los primeros.
Del lado de los blanquiazules, están los hermanos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez, aunque también suspira Julen Rementería y hay quien señala a la alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira de Yunes, como un as bajo la manga de papá Yunes.
Pero, para no enredarnos, centrémonos en los dos binomios principales. De los cuatro, tres han sido candidatos a la gubernatura, tres han sido senadores, tres han sido alcaldes y tres diputados, o sea, hay suficiente trabajo electoral para concluir que, la marca Yunes, está bien posicionada en el imaginario colectivo de los votantes.
Sin embargo, insistimos, consolidada la necesaria idea-fuerza de un Frente: ¿cómo elegir a un candidato sin provocar fracturas?
Héctor y Pepe, han precisado que participarían en una alianza, para ganar a la 4T jarocha, aunque no fueran candidatos, los azules han hecho mutis, pero tendrán que salir al ruedo.
Algo deben hacer, parafraseando al clásico, para tomar la extraña resolución de ser razonables, mientras esto ocurre (si es que sucede), las huestes del Cui van a la cabeza.