La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Lo que el patrón no puede ver, en su casa ha de tener: son vulgares y ambiciosos
Sin duda, la oposición partidista en Veracruz está desorganizada (como en el resto del país), además de la reyerta por ver quién será el candidato a la gubernatura, toda la operación la reducen a realizar propaganda en redes sociales.
No obstante, la principal oportunidad para que una eventual alianza opositora triunfe, se encuentra en la autodestrucción de la 4T jarocha, la falta de sensibilidad y quehacer político del Cui, son terreno fértil para que las disputas internas y la corrupción, erosionen el proyecto estatal del obradorismo. Veamos algunos ejemplos.
Ante las sólidas evidencias, de asignar contratos a empresas fantasma (con el emblemático caso de Araly Rodríguez Vez a la cabeza), Cuitláhuac García optó por encubrir el asunto y achacar todo a los ataques de los ‘conservadores’ (carece de discurso propio y, por lo tanto, imita a YSQ), en lugar de sacudir el gabinete y castigar a los corruptos.
Otro caso, es el feroz forcejeo por la candidatura al gobierno del estado, lo último que importa en la voluntad popular, la bronca es entre dos grupos, el de la administración local apoyando a Rocío Nahle y, por otro lado, Adán Augusto López, impulsando a Sergio Gutiérrez Luna, se están dando con todo y lavan la ropa sucia a los cuatro vientos.
Además, en el tema del equipo del gobernador, la división es profunda, el pleito ranchero entre Eric Cisneros y Eleazar Guerrero (el primo incómodo), amenaza con llevarse ‘entre las patas’ la frágil estabilidad del círculo político más poderoso en Veracruz.
Así pues, el canibalismo moreno, es buena noticia para la desdibujada oposición.