La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Que Alito les gane el brinco no es por su talento, sino, por el tamañito de sus aliados
Hace unos meses, nadie daba un peso por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, la ventaja de MORENA era abrumadora, de tal suerte, la contienda pintaba para que la oposición sólo realizara un papel testimonial.
Sin embargo, aunque no se puede afirmar que hubo una voltereta en las preferencias, es claro que la atípica irrupción de Xóchilt Gálvez, abrió una inesperada ventana de oportunidad, para equilibrar la competencia.
Caso paradójico, los primeros perjudicados de este cambio de señales, fueron los aspirantes más aventajados del propio Frente: Santiago Creel (ya declinó), Lily Téllez (que de plano tiró la toalla), Claudia Ruiz Massieu (también dio un paso atrás), Enrique de la Madrid (no le alcanzó pasa seguir) y Beatriz Paredes que, con todo y lo exitosa que ha sido su estrategia, no le da para imponerse a la señora X.
No obstante, la cuestión de fondo no radica en que Xóchitl se imponga en las encuestas, sino que, durante la jornada del próximo domingo, en la que los registrados tienen que elegir entre una de las dos opciones, la maquinaria priista ‘haga su chamba’, lo cual traería, en consecuencia, a Gálvez ganando en las mediciones y a Beatriz en la votación.
Pues bien, en este contexto, tenemos dos escenarios: por un lado, los dichos de Alito Moreno, que plantearon la posibilidad de una declinación de la senadora Paredes y, por el otro, la posición de legisladores y ex gobernadores del tricolor, que exigen no se cancele la consulta, enfoque que, pensando mal, debe estar avalado por Alito.
Está claro, la que ofrece mejor rendimiento electoral, es Xóchilt, por lo tanto, el perverso juego, de la dirigencia priista, tiene mar de fondo ¿qué traman?