DIARIO DE UN CHICO LUCHADOR
9: 45 a.m. Dearest; te escribo sobre una hoja virtual…, y no sé qué decirte. Ayer es ayer, ¿sabes? Anoche estuve leyendo sobre David, y fue algo espeluznante. Un tipo como él, con depresión y demás; no lo sé. ¿Qué hago aquí? Y ya ni puedo decírtelo. Lo que me sucedió.
Luego de salir de este puto lugar -la biblioteca-, me sentía pésimo, y algo nervioso. ¡Cómo no iba a entender a David si yo era lo mismo que él! Estaba deprimido, sí, pero de todo y de todo. Odiaba lo que me había sucedido, y cuando miraba todo lo sucedido me llenaba de terror. Habitar en un país así de horrible, EN EL QUE TODO ERA INFINITO; su mala vida, sus corruptos, su sin sentido, su puta política, sus payasos, y todos esos putos que jamás lograrían ver más allá de sus narices… ¿Por qué?
¡Lo odio! Lo que me sucedió. Anoche no quise recordar que llevaba ya más de cinco meses y ocho meses de tratamiento. Era difícil soportar ver la porquería en que esto me había convertido desde siempre. UN PUTO MEDIOCRE MÁS, UN PUTO CHINGADO MEXICANO
MÁS; ¡JURO QUE LO ODIABA!
Algo más grande que el puto sacrificio de Cristo me había sucedido. El solo recordar la inflamación de toda mi cara; ¿por qué? ¡Por qué! Cuántas veces no te lo había escrito, sí, hasta que llegó un día en que me cansé de hacerlo: registrar el proceso. Yo, parecía tan lleno de vanidad y pretensión; me creía tan pero tan importante. Creo que de no haber sentido todo esto yo no habría podido canalizar todo el dolor que entonces no sabía que había aquí en todo mi cuerpo.
Lo odiaba todo, sobre todo a esos imbéciles que escribían en el diario. Todo el tiempo me la pasaba BUSCANDO un artículo único y original, ¡pero no lo había! Un puto artículo que no dijese las mismas estupideces de todos los días: que sí este puto país, que si ese puto candidato imbécil dijo que méxico (con minúscula) puede mejorar; ¡patrañas, puras putas patrañas! Vivir en un país así de chafa, con todo esta gente chafa; juro que lo odiaba. Odiaba todo lo que esto me había hecho: reducirme a escombros, y nada más. Y luego, al estar lleno de ira, al sentir mucho dolor por toda esta impotencia de todo lo perdido. Odiaba a los mexicanos y sus casitas culeras, odiaba sus estúpidos cochecitos y demás… Odiaba todo lo tercermundista. ¡Odio este puto Diario de Yucatán, porque siento que está vendido! Y no puedo buscar otros periódicos, porque han de estar peor. TODOS SON UNOS PUTOS AUTOENGAÑADOS. ¿Por qué?, me pregunto. Ha de ser porque no han… olvídalo, no lo diré.
Veo a ese puto presuntuoso de catón, con todas sus estupideces; luego a ese tal gutman, ay sí, criollito tenía que ser, pero con apellido ¿gringo? Y a ese marica de lorenzo meyer, no creo que alguna vez pueda tener la visión de Eduardo Galeano, que es unos de los poquísimos HOMBRES a los que sí puedo RESPETAR. Ese tipo ha dicho cosas sobre Latinoamérica que da miedo, es decir que solamente ha dicho toda la puta verdad. Latinoamérica fue CREADA PARA PERDER, para ser lo que es. Y me consuela al menos saber que no solamente se está refiriendo a méxico estúpido, no, sino que a todo esta parte miserable de este continente.
Y ese maricón vendido de carlitos loret; ok, cuando eres criollito te va muy bien en la vida. Llevo años revisando sus estúpidos artículos, en busca de algo genuino, pero solamente nunca ha de suceder. Ayer le escribí a un tal empresario de apellido legorreta, y le dije que era muy gracioso que haya escrito algo tan gracioso. Era como una utopía. Que si sueldos bien pagados para que te alcance para todo; ja ja ja. Luego le dije que de seguro ha de llevar zapatos que cuestan más de lo que un chingado mexicano gana en un mes, o sea hello, zapatos maricas de marca guchi con valor de 5, 000 dolarucos.
Este puto país da miedo, y yo más. Trato como puedo de digerir mi realidad. Anoche, al ver la foto de David, ah; qué iba yo a poder decir sobre él… Un hombre destinado a la miseria existencial… Este siempre es el destino de LOS GRANDES HOMBRES como él. Una mente irónica que ha visto más que ninguna otra mente, pero que esto mismo ha sido muy cruel y dolorosa. La vuelta que nunca cierra, la búsqueda de lo infinito…
No quiero decirte lo que anoche me ha sucedido, a este lado derecho de mi mandíbula. Bueno, fue increíble sentir cómo se desinflamaba. Y ahora, que otra vez ya me siento un poco menos sin dolor, no sé qué hacer. He perdido el rumbo. Y cuando recuerdo el rostro de ese imbécil. Era un rostro feo con una actitud muy fea. Te estoy hablando de ese puto director que no me había dejado pasar a su escuela. Es horrible ver que hasta en las putas cosas más nimias EXISTEN TRABAS,,, Es la esencia de este chingado país, así que para qué me atosigo pensándolo.
En mis peores momentos, cuando me sentía un bueno para nada, vender mis cuentos, reunir una cantidad de pesos cualquiera; no sé cómo explicarlo. Yo no me había detenido para nada. Iba y hacía lo que tenía que hacer, a pesar de que -ahora veo- todo habría sido distinto sin tanto dolor. No sé cómo pero lo hacía, pregonaba y explicaba mis cuentos,,, Muchas veces, más bien todo el tiempo, me cohibía. Porque era horrible ver quién era yo. Un dolor oculto en mí, pero sin quejarme. Ahora que me he deshecho de un poco más de él, trato de no desesperarme. Porque es increíble ver cómo todo este mismo dolor me paralizaba. A cada movimiento que yo hacía; cielos…
Todavía sigo teniendo ese temor de que al hacer un movimiento este dolor vaya al golpearme. ¡Pero ya se fue! Y ya nunca más volverá. Pero necesito TIEMPO PARA ACOSTUMBRARME. Y no quiero caminar las mismas calles, pero es inevitable. Creer que siempre creí que estaba “loco” porque era yo un chingado desgraciado, es decir “mexicano”; ¿cómo?
Hoy estoy aquí, tratando de no recordar, pero me resulta imposible. Otra vez te lo diré: nunca podré entender cómo es que todos estos millones pueden estar y sin quejarse de nada. Todo esto es y siempre seré el misterio que jamás podré resolver. Porque el misterio de mi dolor, YA ESTÁ RESUELTO. Después de años de tratamiento, cielos, he reducido la tumefacción, la inflamación, sí, pero, por el otro lado, ya me ves, sigo estando y sin poder salir de este enorme hueco. Y este hueco es hondo y muy oscuro, y se llama comála, comála méxico.
Pd. No estás DEPRIMIDO, idiota, sólo tienes… rinitis. (Mi nariz ahora mismo está suelta. Solamente siento una leve presión…, ¡pero es normal!, ¿no? Sí, así que trato de no preocuparme).
ANTHONY SMART
Enero/19/2018