Pablo Gato
Muchos hablan de la guerra y se permiten el lujo no solo de opinar sino incluso de dar catedra sobre el tema cuando jamás han puesto un pie en una. Esta nota muestra muy bien lo horrible que es una guerra. Este soldado ruso explica como acabo en una lucha cuerpo a cuerpo y a cuchillo con un soldado ucraniano. El testimonio es brutal. Para su suerte, el gano el combate y mato al ucraniano.
Sin embargo, cuando el soldado ucraniano ya vio que iba a morir, pidió al militar ruso que le permitiera morir solo para poder despedirse de su madre. El ruso, lleno de sangre, se levanta, se va visiblemente afectado y le concede el deseo. El militar ruso recuenta lo que sucedió y no puede evitar las lágrimas.
Tanto el recuento del ruso como el combate están en videos en esta nota. Los afortunados que logran regresar vivos de una guerra tienen que pasar el resto de sus vidas con esos recuerdos que les atormentan. Incluso si piensas que tu causa es justa, es imposible no ponerte en las botas del otro soldado enemigo y verlo como una simple persona más, como tú.
Alguien con miedo, sueños, familia. Igual que tú. Alguien que estaba ahí siguiendo órdenes, este de acuerdo o no con ellas. Igual que tú. Y ese soldado ruso sabe muy bien que el que acabo muerto a cuchilladas pudo haber sido él.
Debe ser horrible matar a alguien incluso en una guerra y más si es en una pelea cuerpo a cuerpo como esta. Ves la cara de la persona que mataste y el sufrimiento que padeció. Hueles la sangre, escuchas los gritos de dolor y pánico.
El soldado ruso jamás podrá sacarse de la cabeza el rostro del ucraniano que mato. Arrebataste la vida a otro ser humano. Y en la guerra no solo mueren hombres, sino también civiles inocentes. Niños, ancianos. Nadie que va a una guerra regresa igual, incluso los periodistas. Y luego nos extrañamos si esos militares se suicidan al regreso o acaban adictos a las drogas o al alcohol y con todo tipo de problemas personales. Vuelven con el espíritu destrozado.
Este soldado ruso mato, pero el también murió por dentro. Han pasado apenas unos días y apenas puede hablar de lo sucedido sin llorar. Una guerra solo puede ser literalmente el último recurso. Es un cliché, pero que se basa en la realidad: si los políticos que declaran las guerras tuvieran que lucharlas, no habría guerras. Viejos hablando y jóvenes muriendo.