La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
De tenis naranja, en lugar de visionario, Dante resultó visionudo
La elección, de Jorge Álvarez Máynez, como candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, tiene problemas de origen, ya que, entró como relevo al desistirse, de última hora, Samuel García, o sea, no era el elegido.
Agregado a lo anterior, el sustituto no es un dechado de simpatía ni de talento político, en lenguaje futbolístico, es un ‘bulto’, su mayor atributo, para Dante Delgado, es su juventud, sin embargo, para la ciudadanía eso no representa mayor cosa, lo que buscan son gobernantes con capacidad para resolver problemas.
El tercer factor, fue la borrachera que se puso en compañía de Samuel y de otros personajes, la cual, además de todo, publicitó en sus redes sociales como si la convivencia etílica que se corrieron en un estadio de Monterrey, fuera una gracia. No sobra decir que, a partir de ese evento, Jorgito se ganó la fama de borrachín, ignora la máxima que dice: vicios privados, virtudes públicas.
En cuarto lugar, está la vacuidad con la que representan (según ellos), lo nuevo: calzar tenis color naranja, repetir como babosos fosfo fosfo y convertir su franquicia en un almacén de todo lo que desechan los demás partidos, más patéticos imposible.
La suma de todo esto, ha tenido como resultado la intrascendencia de la referida candidatura, a tal grado, que está en riesgo la posibilidad de que conserven el registro. Tan mal andan, que Patricia Mercado, que estaba a cargo de la coordinación de la campaña, decidió renunciar a dicha posición. Síganle así, al final, le harán un favor al país.