Pablo Gato
La portavoz de la Casa Blanca declaró que “no permitirán que los jueces descarrilen la agenda de Trump”.
Según ella, su victoria electoral es más importante que cualquier cosa que diga un juez.
Los críticos de Trump responden que o no tiene ni idea de lo que es una democracia o simplemente no le interesa saberlo.
Agregan que están convirtiendo al país en una república bananera.
Trump está totalmente fuera de control
Roberts lo puso en su sitio, declaró el congresista demócrata Suhas Subramsnyan en su town hall en Virginia.
Los asistentes estallaron en aplausos.
Los encuentros con los constituyentes se están volviendo tan críticos con Trump que el liderazgo republicano aconseja a sus políticos no hacerlos.
En el encuentro se dijo que Trump podría haber cometido su peor error al pedir que despidan a los jueces que no opinan como él.
Eso, tras declarar que la prensa que lo critique debería ser ilegalizada.
Un juez federal falló que Trump no podía haber deportado a un grupo de personas a El Salvador porque no demostró que eran pandilleros.
La Administración Trump declaró que seguiría deportando no importa lo que digan los jueces.
Eso es algo inédito en una democracia. Es lo que hacen las dictaduras. Luego Trump dijo que había que despedir a ese juez.
La situación surrealista llevo incluso a que el mismo presidente de la Corte Suprema John Roberts (nominado por un republicano) llamara la atención a Trump y le recordara que los jueces son independientes y no obedecen órdenes de Trump.
Varios congresistas republicanos comenzaron el proceso en el Congreso para impeach o despedir al juez en un obvio intento por intimidarlo.
Sin embargo, y a pesar del muy inusual toque de atención de John Roberts, Trump hizo caso omiso y volvió a la carga ayer en una entrevista con FOX donde volvió a decir que había que despedir al juez.
Algunos piensan que Trump ha cometido el peor de todos sus errores porque todos los casos en corte que desafían lo que está haciendo acabarán en la Corte Suprema.
Tener a Roberts como enemigo no sería precisamente en el interés de Trump.
En el town hall de Virginia dijeron que Trump se cree un emperador romano y que ha perdido todo contacto con la realidad.
Agregaron que simplemente es incapaz de controlar sus impulsos autoritarios.
“Trump está totalmente fuera de control”, insistió el congresista en la reunión con sus constituyentes.