Por Arturo Sandoval
“Para fingir cobardía debes ser extremadamente valiente; para fingir desorden debes primero ser extremadamente organizado”. Tzun tzu.
Convencer a tu adversario que eres capaz de hacer cualquier cosa para conseguir concesiones, es estrategia de negociación con base en el principio de la disuasión y la presión.
Rotundamente no es lo mismo usar la Teoría del Loco entre dos comerciantes ambulantes que usarla dese el puesto de presidente de la nación más poderosa del mundo en la dualidad económica-militar.
Juego de las ligas, donde cada peón, rey, torre reina, alfil o caballo, están sujetos a ligas tensionadas a punto de romperse.
Trump no está loco, no es nada cercano a ingenuo o tonto, no es un príncipe idiota que heredó para perder. Claro, varias veces otros tiburones le dieron tarascadas y perdió negocios de miles de millones de dólares, pero… aprendió muy bien. La envidia a otros millonarios, su enorme ego, su falta de empatía con cualquier persona o grupos y su enorme inteligencia emocional, lo llevan a la acumulación de éxitos en lo que se propone desde la presidencia de su país. Muchos de éstos triunfos no son para su país ni para sus seguidores, aquellos que votaron por él y parte de ellos hoy se arrepienten; su principal objetivo son sus intereses personales de obtener más dinero, poder y lo logra cada vez al anunciar una decisión para meterse millonadas a sus cuentas por movimientos bursátiles mayormente.
La Teoría del Loco -madman theory- es un concepto de política internacional y de negociación asociado originalmente con Richard Nixon para proyectar una imagen de irracionalidad y de disposición a tomar medidas extremas, aunque no necesariamente sea cierto, para presionar a los adversarios y obligarlos a ceder en una negociación, por miedo a un desenlace caótico. Así, hacerles “manita de puerco” con posibilidades de fractura de muñeca.
Donald Trump, durante su gobierno de 2017 a 2021, utilizó tácticas muy cercanas a esa teoría, tanto en política exterior como en política interna.
Política exterior
Corea del Norte- Trump combinaba amenazas de “fuego y furia” contra Kim Jong-un con gestos inesperados de acercamiento, como su reunión personal en la Zona Desmilitarizada. El mensaje era: “Si no negocias conmigo, soy capaz de lo impensable”.
Irán- Estados Unidos se retiró abruptamente del acuerdo nuclear y aplicó sanciones económicas muy fuertes, insinuando que probables ataques militares sin previo aviso.
China- USA., amenazaba constantemente con guerras comerciales, imponía aranceles de forma sorpresiva y luego dejaba abierta la posibilidad de acuerdos.
OTAN y aliados europeos: Trump en repetidas ocasiones amenazó retirar a EE.UU. de la alianza, generando incertidumbre entre sus socios para forzarlos a aumentar sus aportaciones en defensa.
Política interna
En negociaciones con el Congreso, Trump solía cambiar de posición de un día a otro en temas como el presupuesto o la migración para dejar a republicanos y demócratas sin un punto claro de referencia, así le daba margen para imponer su narrativa.
En su relación con instituciones, cuestionaba públicamente al FBI, al Departamento de Justicia, a jueces y a la prensa, cultivando la percepción de poder romper con reglas establecidas, lo cual fortalecía su control sobre la agenda política.
En redes sociales, sobre todo en Twitter-X, sus mensajes abruptos, agresivos, muchas veces contradictorios, generan un ambiente de incertidumbre en el que sus adversarios no sabían si hablaba en serio o si era una estrategia de presión.
Objetivo de la estrategia
Intimidar adversarios- si los rivales creen que Trump puede tomar una decisión extrema, prefieren ceder antes de arriesgarse.
Mantener iniciativa- al parecer impredecible, ponía a sus oponentes en una posición reactiva.
Consolidar apoyo interno- esa imagen de líder duro, implacable y diferente conecta con su base electoral, y lo hacen ver como alguien dispuesto a romper las reglas para defender a EE.UU.
Trump aplica la Teoría del Loco para proyectar imprevisibilidad y disposición a tomar medidas extremas en el escenario internacional y en el interno, no por la posibilidad de ser irracional, sino para sembrar temor, incertidumbre como fuerte herramienta de poder en sus negociaciones.
Cómo la conducta de Trump bajo la Teoría del Loco influye en otros presidentes y líderes mundiales, ya sea para intimidarlos o para imitarlo
Presidentes y líderes que se intimidan o moderan o se someten
Corea del Norte con Kim Jong-un- al inicio se vio intimidado por las amenazas de Trump “fuego y furia”, para llevar a Pyongyang a abrirse al diálogo directo con EE.UU., esto, no ocurría en décadas.
Aliados europeos Merkel, Macron, Johnson, aunque muchos criticaban su estilo, varios líderes europeos terminaron cediendo a su presión para aumentar el gasto militar en la OTAN, para no arriesgar a que EE.UU., se retirara de la alianza.
En México Peña Nieto y López Obrador, ante amenazas de aranceles y muros; refuerza su control migratorio con la Guardia Nacional en la frontera sur, como una forma de evitar represalias económicas. El trato humillante de Trump hacia Peña Nieto, marca un diametral contraste con la relación de respeto de Donald Trump hacia AMLO. Dicho respeto, empieza con llamadas telefónicas entre ellos; más tarde, en la visita de López Obrador a la Casa Blanca, la empatía se produce desde el momento de su primer saludo; sobre todo cuando AMLO da su discurso público. (https://www.milenio.com/politica/amlo-discurso-viva-mexico-frente-trump-video)
Al final de ese día, Donald Trump ofrece una comida a López Obrador y a su comitiva en un salón especial de la Casa Blanca, con manteles y vajilla de lujo. Ahí conviven con alta cordialidad los dos presidentes y sus funcionarios.
Presidentes y líderes que lo imitan
Jair Bolsonaro de Brasil, copia el estilo disruptivo, el uso intenso de redes sociales con su buen porcentaje de bots y la retórica agresiva contra opositores; para proyectarse también como un “fuera de lugar” impredecible.
Rodrigo Duterte de Filipinas, él ya tenía un estilo duro, pero se siente validado por la forma en que Trump trata a sus enemigos y se acerca a él en esa narrativa de líderes fuera de lo políticamente correcto.
Viktor Orbán de Hungría, refuerza su estilo nacionalista y confrontativo, al ver en Trump un respaldo a líderes que desafían a la Unión Europea y a la diplomacia tradicional.
Javier Milei de Argentina, imita a Donald Trump de la forma más burda, estridente y ridícula con buenos resultados políticos y financieros en lo personal. Hace la versión recargada de la Teoría del Loco.
Nayib Buckele de El Salvador, presidente de su país de por vida, si no hay un cambio con probable violencia, se convierte en el dictador trumpiano temible por sus políticas de represión violenta, humillante con violaciones a los más elementales derechos humanos para mantener a El Salvador libre de delincuencia.
Todos estos personajes basan buena parte de sus estrategias en noticias falsas, difamación y llegan hasta cualquier tipo de violencia sin importar violar derechos humanos.
Presidentes y líderes que responden con desconfianza o contra estrategias, o confrontaciones
China con Xi Jinping, lejos de intimidarse, Pekín busca fortalecer alianzas con Europa, Rusia y América Latina para contrarrestar las imprevisibles decisiones de Trump. La estrategia china es proyectar estabilidad frente al caos estadounidense.
Rusia de Vladimir Putin, usa la imprevisibilidad de Donald Trump a su favor para mostrar apertura al diálogo, pero al mismo tiempo consolida su influencia en Medio Oriente y Europa del Este mientras EE.UU. está distraído con sus giros repentinos y frentes abiertos por muchos lados.
Irán no cede totalmente, responde con actos de desafío calculados con ataques indirectos en Medio Oriente y sospechas de desarrollo nuclear, para asumir que la imprevisibilidad de Trump no necesariamente significaba una guerra total.
La India da preferencia a sus pares del Brics para comerciar con ellos petróleo, productos alimenticios y de manufactura y así soportar hasta el 50% de aranceles impuesto por USA para muchos productos exportados a ese país.
Venezuela, parte de los Brics, basa su apoyo comercial en los demás integrantes pese a las fuertes amenazas de invasión militar estadounidense.
Brasil, también soporta el huracán del 50% de aranceles en productos y servicios de exportación hacía Estados Unidos, se recarga en los Brics y en abrir o incrementar su comercio con otras naciones.
México, como primer socio comercial de Estados Unidos, capea de muchas formas los ataques de aranceles, políticas de migración impuestas, entrega de delincuentes de forma exprés, etcétera. Pero abre más el mercado con países de todos los continentes. Su activo más importante en la relación con Estados Unidos, es Claudia Sheinbaum; la presidenta más popular y admirada en el mundo, marca su frase de pensar con la cabeza fría y la reiteración en su discurso de coordinación sin sumisión.
Efecto global
Intimidación selectiva a países dependientes económicamente de EE.UU. México y algunos europeos, Corea del Sur ajustaron políticas para evitar choques.
Imitación política de líderes populistas y autoritarios para encontrar en Trump una justificación para gobernar con imprevisibilidad, confrontación mediática y redes sociales como arma política.
Desconfianza internacional de las grandes potencias China, Rusia, la UE., planean escenarios sin depender de la estabilidad estadounidense, pues veían que la Teoría del Loco podía volverse regla, no excepción.
La conducta de Trump, con base en la Teoría del Loco, intimida a gobiernos vulnerables, inspira a líderes populistas y desconfiados, y obliga a las grandes potencias a buscar alternativas al liderazgo estadounidense.
Parecer loco, irracional, desquiciado es importante para asustar, dar miedo, pánico a sus oponentes, adversarios, enemigos; mayor resultado entre más aparatoso se haga, mejor.
Esta teoría es utilizada sin conocerla o tal vez sí, por políticos de la oposición en México: Lilly Téllez, Marko Cortés, Simón Levy, Javier Lozano, Alito Moreno, Ricardo Anaya, etcétera. En los medios de comunicación, se lucen ante sus cámaras Lourdes Mendoza, Denise Dresser, Brozo, Loret de Mola, Alazraki y sus acompañantes, Ciro Gómez Leyva y muchos más. Aunque aquí es infructuosa, no asustan ni a un gatito.
Todos ellos y ellas, muchas veces sobre actuados, emulan bravuconadas de peleadores de lucha libre o boxeadores.
NOTA: “sálvese quien pueda”: no aplica.
Qué es la “Teoría del Loco”