Por: Abraham Mohamed
mohacan@prodigy.net.mx
Por la bien maquinada estrategia de control político y de “la procuración de justicia combatiendo la corrupción y la impunidad defendiendo los supremos intereses de la Patria con lo que dice que logrará mejorar la vida de los mexicanos con la Cuarta Transformación del país” el Presidente López Obrador podrá realizar todo lo que se le ocurra, porque a todos los “contrapesos” u “opositores” que se le presenten, podrá aplacarlos con una advertencia –más bien amenaza- y si no entienden, procederá en su contra por corruptos aplicándoles todo el peso de su ira “dentro del estricto marco de la Ley”.
Y prueba de ello es lo que ya les soltó a los de la Barra Mexicana del Colegio de Abogados quienes lo acusaron de violar el Estado de Derecho por pronunciarse sobre los Amparos que frenaron las obras del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, aduciendo que solo ejerce su derecho de manifestación y que ahora hablará con mayor razón porque dice que “los corruptos se están esmerando y entre más me impidan hablar, seré más claro. Los corruptos que tenían el negocio de la construcción del aeropuerto en el Lago de Texcoco están inconformes”.
La Barra Mexicana del Colegio de Abogados rechazó las amenazas del Presidente sobre que dará nombres e intereses de los que logren Amparos y pretendan detener las obras en Santa Lucía, pues “consideran inapropiado que el Ejecutivo Federal intervenga en asuntos jurisdiccionales, mediante acciones mediáticas o de otra índole, que inhiban o cuestionen el ejercicio del derecho de defensa de las personas que presionen o dirijan al Poder Judicial”.
Esto se desató porque el Juez Octavo de Distrito en el Edomex ordenó detener el proyecto de construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía hasta confirmar que la obra cuenta con los dictámenes y permisos ambientales, de seguridad y viabilidad aeronáutica, prospección arqueológica, estrategia de viabilidad social, política interinstitucional y además se obliga a las autoridades a que suspendan cualquier orden de destruir, desaparecer, desmantelar, demoler, inundar o cualquier otra forma de modificación de las obras existentes.
Con ésta nueva resolución del Poder Judicial Federal ya suman 7 las demandas de Amparo con fallo favorable de las 147 promovidas por el colectivo #No más Derroches que está integrado por Causa en Común, Comisión Mexicana de Derechos Humanos, Confederación Patronal de la República Mexicana, Consejo General de la Abogacía Mexicana, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y México Unido Contra la Delincuencia, que seguirán recurriendo a la vía legal en contra de cualquier otro proyecto violatorio del marco jurídico, que sea un desperdicio de los recursos públicos, riesgos a la seguridad y violaciones de los derechos humanos. Estos 147 juicios de Amparo se han promovido en CDMX, Edomex, Jalisco, Coahuila, Nuevo León, Morelos, Quintana Roo y San Luis Potosí siendo el objetivo de éstas organizaciones sociales y empresariales, que se debe cancelar el proyecto del aeropuerto de Santa Lucía por su inviabilidad en todos los órdenes, y reanudar las obras en el de Texcoco que fueron suspendidas sin ninguna justificación lo cual ha generado un monumental derroche de recursos públicos superior a los 200 mil millones de pesos.
Pero yo insisto que el Presidente López Obrador quien “no da pisada sin huarache”, terco y caprichudo como es con su “me canso, ganso”, ya debe tener muy bien estructuradas las carpetas de investigación de los que idearon “la lluvia de Amparos” contra las obras del NAIM en Santa Lucía.
Además, no creo que se le vaya a dificultar mucho al Presidente conseguir en las dependencias federales que forman parte de su gobierno todos los requisitos que ha marcado el Poder Judicial para levantar la paralización de la obra del NAIM que ordenó el Juzgado Octavo, porque reitero que la corrupción que dice combatir, le permite hacer hasta ahorita, todo lo que quiera bajo amenazas, que si no las atienden aquellos que ya están plenamente identificados, las convertirá en acciones penales aplicándoles todo el rigor de la Ley.
Por eso dice que lo que están haciendo con “su movimiento los corruptos es solo entretener el avance de obra”, porque ni la van a parar, ni menos lo van a parar a él en su plan de la Cuarta Transformación de México.