homopolíticus
- Pelean Candidatas Título de Narcogobierno
Al periodista Roberto Carlos Figueroa Bustos [†] lo mató la corrupción gubernativa. En su acepción más pura, el sustantivo debe leerse como la depravación política y de gobierno, pasando por encima del constitucionalismo, en perjuicio de la mayoría y en beneficio de una rapaz facción privilegiada.
Si el estado de Morelos contara con estrategias eficaces y eficientes de disuasión del delito, certificada la institución policial desde la ciudadanía, con un mando profesional que invirtiera en seguridad pública, no que gastara y sin resultados, Figueroa estaría con vida. Si la oficina autónoma de persecución del delito tuviera voluntad política y vocación de servicio, cumpliendo su juramento a la ley, con una pisca de ética, la abominable muerte de Figueroa sería resuelta con el corto tiempo, y con ello, se evitaría que un asesino ande suelto en las calles, como muchos otros.
Para que esas hipótesis tuvieran sustentabilidad, un liderazgo político debía existir en el segundo piso de Palacio de Gobierno de Cuernavaca, trabajando 24/7, 7/30, 30/12, pero las grandes decisiones se toman con pelotas de futbol y jabón perfumado. Agudo, picante, la ironía de Figueroa Bustos contra la clase política tradicional y emergente, era mordaz. En tal descansaba su éxito periodístico de crítica hiriente al gobierno. Era Roberto Carlos buen hombre, apegado a su familia, de valores, como pocos.
Extraoficialmente se sabe que Roberto Carlos salió de su casa familiar, en Huitzilac, para dejar a sus hijos en una escuela de Domingo Diez, al norte de Cuernavaca. El inicio de clases es a las 07:00. No se sabe si regresó a su casa, al encuentro con su esposa, acaso para desayunarse, o si debía ir a su estudio, al otro lado de la capital de Morelos. Los vacíos de información oficial suelen llenarse con reflexiones personales, algunas cercanas a la verdad. Preguntar a los dolientes suele ser muy difícil, para los más, porque el respeto impone.
Para perpetrar el plagio —o silenciamiento periodístico—, tres puntos llaman la atención: los delincuentes conocían sus movimientos, el pago del rescate que supone el respeto a la vida puede ser un disfraz y el tiro de resolución fue porque los reconoció o para que ellos cumplimentaran la orden del autor intelectual, si lo hubo. Si el execrable suceso se queda en la vulgar obtención de dinero a cambio de la libertad, los malditos delincuentes ya no respetan los códigos de familia y vida.
El pago del rescate —la víctima iba al día— se hizo en algún punto de Huitzilac, Morelos, a Ocuilan, México, que de punto a punto median 55 minutos a lo largo de 38 kilómetros. Los delincuentes tienen diseñada y trazada ahí una ruta de asaltos en despoblado, porque la autoridad policial de los tres niveles de gobierno no ha blindado los accesos en cinco años y medio.
Como sea, en Morelos reina la anarquía. El gobierno estatal hace mucho que abandonó el deber. Las familias son vulnerables y están indefensas porque el incumplimiento de la Constitución se hizo muy temprano, sin consecuencias. La administración política de violencia e inseguridad se institucionalizó y los tres órganos de gobierno son causa de corrupción e impunidad.
letraschiquitas
La exigencia de justicia que realizó una representación del periodismo morelense, por el homicidio de Roberto Carlos Figueroa Bustos [†], Reforma le dio tapa y pase a la página dos, El Universal nota completa en la primera página impar y La Jornada la acomodó a su página 26***. Cuando los libros anteriores de la periodista y escribiente Anabel Hernández, como Los señores del narco en el panista año de 2010, los fieles al líder Andrés Manuel López Obrador brindaban por la obra, no ahora que se vende como pan caliente La historia secreta que reprueban con efectismo***. Primero llegó Xóchitl, vestida como Xóchitl, riendo como Xóchitl, sin tanto maquillaje como Xóchitl. Luego llegó Jorge, y la imagen de Jorge joven al lado de AMLO, vino a la mente. Al último llegó Claudia, sin causar algo más, por lo que en su presentación tiró el primer golpe: llamó candidata del PRIAN a Xóchitl, sin daño alguno, y ésta, respondió: llamó a MORENA narcopartido.