Desde Filomeno Mata 8
Mouris Salloum George*
No siempre la luz que divisamos con alegría al final del tétrico túnel, es la salida. Puede ser el fanal de un tren que viene en sentido contrario y las cosas se ponen para llorar.
Vemos con un optimismo razonado, sin embargo, el compromiso asumido por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, de limpiar la morada del Poder Judicial de la Federación. Tarea para Hércules y los afamados establos.
Subrayamos la magnitud de ese desafío porque, como lo señalamos en entrega anterior, el Tribunal Constitucional es el espejo de la judicialización de la política, en cuyo caso son justiciables los poderes Ejecutivo y Legislativo en sus correspondientes escalas.
En el primer informe de su gestión, el togado Zaldívar destacó los estigmas que desmerecen la majestad del Poder Judicial: Corporativismo, nepotismo, conductas ilícitas; tres pestes, entre otras, que se condensan en una mayor y más corrosiva: La corrupción.
33 millones de delitos sólo en 2018
Es menester entender lo grave de ese perpetuo fenómeno, cuya solución desemboca en las instancias jurisdiccionales, porque México aparece entre los primeros sitios en el Índice Global de Impunidad, otra de las rémoras señaladas por el presidente de la Corte.
El dato de 2018 es para espantar al más taimado: 33 millones de delitos en sólo 12 meses. De los crímenes denunciados -sobre los cuales en algunos casos no se abre siquiera carpeta de investigación- más de 95 por ciento permanece sin castigo.
Los estados de México, Tamaulipas, Baja California, Coahuila, Veracruz, Guerrero, etcétera, hacen punta en esa asignatura. En otros cuatro, la impunidad se incrementó en cinco puntos de un año a otro.
Por supuesto, el indomable problema empieza desde las barandillas de policía más remotas, continúa en agencias ministeriales, en juzgados de primera instancia; ya en las metrópolis, en tribunales unitarios o colegiados; eventualmente, por la vía del amparo o contradicción de tesis llegarán a las salas de la Corte.
El ministro Zaldívar informó que este año han sido penalizados 16 funcionarios federales. Pero el universo, sólo en cuanto toca a la Federación, es inmenso. Son casos ejemplarizantes, pero no suficientes.
En materia de corrupción, las escaleras se barren de arriba hacia abajo. En la Corte, el buen juez por su casa ha empezado. Algo es algo.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.