* Escupir el rostro de alguien es un agravio que muestra desprecio, rencor, odio… y no debe tolerarse, puesto que se humilla a la Presidencia de la República y no a quien en el momento la representa. Insisto, debemos evitar que efectivamente se manden al diablo las instituciones, y triunfe el proyecto de Andrés Manuel López Obrador. México no inició con la 4T, pero puede perecer en ella
Gregorio Ortega Molina
Todo indica que la propuesta de AMLO, formulada en medio de su característica iracundia antes y después de hacerse con el poder, por fin rinde frutos, pues los ciudadanos de a pie decidieron mandar al diablo a las instituciones.
No es mera suposición mía. El último nueve de septiembre circuló un video de la doctora Sheinbaum Pardo quien desde la ventana abierta del vehículo que la transporta, recibe sobre con peticiones y, en medio de sonrisas y agradecimiento, también un escupitajo en la cara. Se mostró impasible, pero el hecho ahí está.
Es preciso señalarlo, aunque la afectada no sea santa de mi devoción, es la titular de la institución presidencial. Lo ocurrido muestra un grave síntoma social: falta de respeto a las instituciones, y de esta actitud a escalar a la violencia en las calles, sólo falta un error más, una chispa que, como señaló Lenin, será la que encienda la hoguera.
La científica que es cabeza de una institución que pierde credibilidad y respeto a velocidad geométrica, dio un grave paso que la conduce de la lealtad a la humillación, pues quienes cogobiernan con ella se muestran faltos de reconocimiento y respeto a la presidencia de la República, y a ella como mujer y como portadora de la banda presidencial. Que los gobernados se mofen de quien no es capaz de decir fuimos y vocaliza juimos, es grave, pero que se insulte con un gesto de desprecio, rencor y venganza a la titular del Poder Ejecutivo va más allá de sencilla advertencia.
“La maldita deuda corrupta de Calderón y Peña” que lastra a Pemex, se suma a la deuda de Dos Bocas, el Tren Maya, el AIFA, el ferrocarril transístmico, y, naturalmente, la enorme deuda contraída por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, tan solo para servir a los intereses de Black Rock. Creo que Marcelo Ebrard está capacitado para informar de ese hecho.
Escupir el rostro de alguien es un agravio que muestra desprecio, rencor, odio… y no debe tolerarse, puesto que se humilla a la Presidencia de la República y no a quien en el momento la representa. Insisto, debemos evitar que efectivamente se manden al diablo las instituciones, y triunfe el proyecto de Andrés Manuel López Obrador. México no inició con la 4T, pero puede perecer en ella.
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