IV/V
* A estas alturas temo que la permanencia de la 4T en el poder sea equiparable a la del PRI o, al menos, a la de Porfirio Díaz. Los medios legales y democráticos para cualquier reclamo, fueron enterrados en la obsecuencia o cobardía de David Colmenares
Gregorio Ortega Molina
Parecen no comprender que lo que convirtieron en vórtice es la esencia del modelo político, de la presidencia imperial ante los tímidos intentos de democratización como consecuencia de la elección del 88 y la caída del sistema.
Repito, “deshacerse” del AICM tuvo un costo que ya fue erogado y no es rescatable. Lo que se pagó de inmediato, más lo que se firmó como compromiso nacional a pagar con todo e intereses. Lo que esconden bajo la alfombra son las mil millonarias cantidades de los programas sociales que se escamotean para operación política y/o beneficios personales. Resulta que hasta los muertos están inscritos para recibir su lanita. Según la Auditoría Superior, en un porcentaje de 80 versus 20 por ciento, cifra similar a la que le reclaman el presidente mexicano y Arturo Herrera a David Colmenares. Un error de 70 por ciento en el cálculo del costo de la cancelación y hundimiento de material en Texcoco.
Tan tarde como la noche del próximo seis de junio, a más tardar durante el día siguiente, seremos testigos de cómo hacen implosión todas las instituciones judiciales y electorales que nos dieron confianza en el funcionamiento del modelo político que permitía continuar con la siembra de las actitudes democráticas entre los mexicanos, única manera de desterrar el autoritarismo.
Se duele el presidente de México, y denuncia que por parte de la Auditoría Superior de la Federación hay dolo político, por lo que pide a la Cámara de Diputados que investigue, lo que es un proceder políticamente correcto. Pero si resulta que la insidia proviene del Poder Ejecutivo, que la institución presidida por David Colmenares y él mismo han sido calumniados, ¿quién y cómo pueden atreverse a reclamar al árbitro? Ni manera, pues el presidente del Poder Judicial hace honor a su segundo apellido, pues en su patrón cree y solo a él adora.
Me azora que nadie que yo haya leído y/o escuchado sobre el tema, tenga previstas las graves consecuencias del contencioso en contra de una institución que era (dejó de serlo en cuanto a David Colmenares le temblaron las corvas, o cumplió con una complicidad acordada) punto de partida en el combate a la corrupción en el ejercicio del presupuesto de egresos de la federación, y valladar al exceso de poder desde la Presidencia de la República.
El daño está hecho, imposible repararlo, porque el árbitro es el único que tiene las tarjetas rojas en la mano, puede expulsar a cualquiera por medio de la actividad de investigación de sus mastines anidados en la UIF y en la FGR.
A estas alturas temo que la permanencia de la 4T en el poder sea equiparable a la del PRI o, al menos, a la de Porfirio Díaz. Los medios legales y democráticos para cualquier reclamo, fueron enterrados en la obsecuencia o cobardía de David Colmenares.
Hace todo para quedarse. No quieren entenderlo. Este gobierno se vale de todas las triquiñuelas, pero los que no nacieron ayer se dan cuenta del engaño para distraer. Allí está la foto, el joven que se acerca al presidente de México, sin reparo y sin recato alguno, es alto, fornido, no se le ve el rostro en la fotografía, pero el corte de cabello es típicamente militar. Obvio, no es un ganso, pero sí es pato, camina como pato, trae el plumaje de un pato, resulta entonces lógico pensar que es cadete del H. Colegio Militar, o soldado, o un disciplinado SIERVO DE LA NACIÓN y a la vez guarura. Sólo así justificarán la presencia excesiva de seguridad a las puertas de Palacio Nacional en vísperas del ocho de marzo.
Resulta que lo que siempre creía ciencia ficción es verdad. Desde este último domingo tengo bloqueado el acceso a mi cuenta de Twitter, @OrtegaGregorio. No hay manera, el técnico que acudió en mi ayuda desinstaló los navegadores y programas, instaló nuevos, reseteó las contraseñas, y al fin logró reinstalar la cuenta, POR DOS MINUTOS, después otra vez bloqueada.
Soy un observador atinado y ácido, pero un crítico menor, pensé en mi no existencia para sortear la instalación de la dictadura y la feroz lucha por destruir la libertad de expresión, pero a alguien poderoso y con mucho personal a su disposición le molestan mis escritos.
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