* Es tiempo de que acepten y asuman las consecuencias de haber frenado la transición. Consideraron que con la alternancia la gobernabilidad quedaba resuelta. ¿Cuánta economía desperdiciada o saqueada, cuántos muertos, desaparecidos, secuestrados, prostituidos, vejados y explotados nos ha costado esa terca ceguera, de no querer aceptar que ya es mayor el costo de mantenerse en el error que hacer una profunda reforma del Estado?
Gregorio Ortega Molina
El miércoles 19 de octubre un grupo de políticos hábiles, reconocidos y conocedores de los cambios que requiere el país, se reunieron para bordar sobre los gobiernos de coalición y la 2ª vuelta. A estas alturas resultan propuestas insuficientes por el grado de violencia y corrupción padecido.
La legitimidad del modelo político está en entredicho hace muchos años, porque la velocidad con la que la ingobernabilidad se adueña del territorio nacional, debida a la inseguridad, la corrupción y la impunidad, pudrieron la opción de reformar al Estado de manera gradual, con la idea de conservar el esquema de gobierno emanado de la Revolución. Deben reconocer que eso dejó de ser posible, por inviable.
También es tiempo de que acepten y asuman las consecuencias de haber frenado la transición. Consideraron que con la alternancia la gobernabilidad quedaba resuelta. ¿Cuánta economía desperdiciada o saqueada, cuántos muertos, desaparecidos, secuestrados, prostituidos, vejados y explotados nos ha costado esa terca ceguera, de no querer aceptar que ya es mayor el costo de mantenerse en el error que hacer una profunda reforma del Estado?
Pero hay exceso de prudencia en las propuestas, lo que asombra, pues Manlio Fabio Beltrones es tan reflexivo y hábil en la concepción y puesta en marcha de proyectos innovadores, como lo es Porfirio Muñoz Ledo, con sus matices y diferencias, porque si el sonorense paga con el rechazo político los costos de su congruencia ideológica y partidista, el guanajuatense por lazos de sangre, busca recodos y atajos para llegar a la meta. Siempre lo dejaron con un palmo de narices, pero es preciso reconocer que fue creador de instituciones.
En el contexto actual de violencia, inseguridad, corrupción e impunidad, la 2ª vuelta adquiere la dimensión de bazar al que los compradores acuden a adquirir, y no a elegir. La negociación de las “alianzas” para una 2ª vuelta electoral, siempre la ganará quien más promesas y cargos tenga para repartir, y no exclusivamente dinero, pero sí de manera destacada.
Un gobierno de coalición en las condiciones de ilegitimidad en que se encuentran los partidos y el modelo político, equivaldría a fomentar un comportamiento idéntico al que se dio en el Senado para elegir a los ministros del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal y al Procurador General de la República. Las cuotas no se harían por peso electoral, sino por complicidades.
Durante 2011 Manlio Fabio Beltrones formuló algunas propuestas interesantes en torno al presidencialismo parlamentario, en la idea de establecer equilibrios que garanticen la gobernabilidad.
Se fue el tiempo de los gobiernos de coalición, y la 2ª vuelta adquiere la dimensión de un peligro para México. Pónganse de acuerde, busquen una solución que reforme al Estado, que abra los cauces a la transición, a efecto de que el país no se quede atorado en una alternancia que nada resolvió.
Después, días después, Beltrones concedió a Arturo Cano, de La Jornada, una entrevista en la que afirma que el modelo político está agotado; más adelante, apenas el lunes, filtran que el sonorense viaja a Estados Unidos en calidad de observador electoral y comentarista político. Ojalá entienda que el futuro de México, que es su futuro personal, se sustenta en la relación que sea capaz de establecer con la academia de esa nación y con las universidades mexicanas. Ese conglomerado puede avalar su congruencia, su inteligencia y su capacidad para construir la reforma del Estado.