* No le demos vueltas. Algo va a ocurrir. Por lo pronto la recesión llama a la puerta
Gregorio Ortega Molina
Más temprano que tarde los mexicanos deberemos confrontar la exactitud o desviación en la percepción que AMLO tiene acerca de los problemas económicos heredados, y la manera en que gestiona soluciones para que el PIB crezca a los niveles que logró Ernesto Zedillo Ponce de León, no alcanzados en los últimos 18 años de alternancia, ni en sueños.
No transcurrirá un año antes de que enfrentemos una profunda crisis de realidad económica, más dañina y de más largo aliento que la violencia y sus consecuencias, o que los desaparecidos y los dolores generados por las ausencias. Sin dinero todo dolor se magnifica; una vida indigna borra los efectos anímicos de las promesas y la esperanza. Es muy posible que la 4T se estremezca, como también es deseable que lo conjure y resuelva.
El caso es que el tema orbita sobre reflexiones bíblicas, porque es cierto que, efectivamente, no hay peor ciego que el que no quiere ver. La economía sencilla, la que hacer vivir o favorece la confrontación intrafamiliar en los hogares, es aritmética, nunca geométrica. Imposible que en los monederos de las amas de casa menosXmenos ofrezca resultados positivos. Tampoco menos+menos resulta en más.
A una suma constante de opiniones de las calificadoras que degradan, disminuyen o desacreditan el crecimiento económico de la nación, no puede responder la voz presidencial con una descalificación y frases de aliento que nos indican que vamos bien, que no escuchemos opiniones que desaniman el espíritu nacional. Tampoco se va a resolver con un acuerdo entre empresarios y gobiernos, los primeros incumplen por sistema. Ellos van por lo suyo. Si sumáramos las enormes cantidades de inversión ofrecidas a EPN y lo hubieran hecho, México hoy sería otro.
Puntualiza la información: “Ante un escenario de menor crecimiento en el país y mayores presiones fiscales, S&P Global Ratings colocó en perspectiva negativa las calificaciones de México; a través de un comunicado señaló que las notas de México en moneda extranjera de largo y corto plazo se mantienen en escala global de BBB+ y A-2, respectivamente.
“Al mismo tiempo, confirmó su calificación soberana en moneda local de largo y corto plazo de A- y A-2, respectivamente. Sin embargo, revisó la perspectiva de las calificaciones de largo plazo en escala global a negativa de estable.
“La perspectiva negativa refleja que existe una probabilidad de al menos una en tres de que bajemos las calificaciones del soberano durante el siguiente año. La perspectiva refleja el riesgo de que un reciente cambio en políticas públicas dirigido a reducir la participación de la iniciativa privada en el sector energético, aunado a otros eventos que han afectado negativamente la confianza de los inversionistas, podría aumentar los pasivos contingentes del soberano y disminuir el crecimiento”.
No le demos vueltas. Algo va a ocurrir. Por lo pronto la recesión llama a la puerta.
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@OrtegaGregorio