* Banco de México estima que la corrupción consume el 14% del ingreso de cada hogar mexicano. Y me pregunto, si en uno de salario mínimo equivale a un promedio de 500 pesos, ¿cuánto le cuesta la corrupción a Carlos Slim, Humberto Moreira, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Benjamín Salinas Pliego, Raúl Salinas de Gortari? Imagino que son cifras de espanto
Gregorio Ortega Molina
¿Es la corrupción un fenómeno cultural? Tal como se ha extendido en México, reúne los parámetros considerados por T. S. Elliot en Notas para la definición de la cultura, porque si hay quienes la asumen como un mal necesario para que la administración pública en todas sus áreas funcione, sucede lo mismo para que muchos intercambios entre particulares produzcan; otros saben que existe y la padecen pero no la denuncian, y muchos más se zambullen en ella para vivir.
Su práctica en todos los ámbitos y niveles fue la llave que abrió las puertas a la decadencia del Imperio Romano, a su ocupación por los bárbaros.
Debiera preocuparnos y motivarnos a actuar para corregir, el resultado del Informe sobre el Clima de Negocios en el Mundo, donde el Departamento de Estado estadounidense subraya que México es uno de los países más corruptos del mundo, como lo fue durante 2015 y 2016. Todo indica que esta golondrina aquí sí hizo verano.
En los ámbitos de las finanzas y el comercio internacional, tienen la percepción de que en este país es cotidiano el pago de sobornos a funcionarios del Gobierno, la falsificación de facturas y otros fraudes. Creen, a pies juntillas, que fondos públicos son frecuentemente desviados a compañías privadas y a personas físicas, debido a la corrupción; están seguros de que el favoritismo está extendido entre funcionarios gubernamentales dedicados a adquisiciones. Léase licitaciones trucadas u otorgadas directamente.
El Informe mencionado señala textualmente: “A pesar de que la corrupción del sector público y privado se puede encontrar en muchos países, la colaboración de actores gubernamentales con organizaciones criminales (a menudo derivados de intimidación o amenazas) presenta serios retos para el Estado de Derecho en México”.
El Departamento de Estado enfatizó que la respuesta del gobierno del PRI para combatir la corrupción, es “lenta e ineficaz”.
En cuanto a lo que se dice en el INEGI de este fenómeno político y social, el Instituto estimó que durante 2016 el costo de los actos de la corrupción en el sector privado fue de mil 600 millones de pesos, mientras que un 82.2 por ciento consideraron que dichos actos son frecuentes entre los funcionarios.
Por su parte el Banco de México estima que la corrupción consume el 14% del ingreso de cada hogar mexicano. Y me pregunto, si en uno de salario mínimo equivale a un promedio de 500 pesos, ¿cuánto le cuesta la corrupción a Carlos Slim, Humberto Moreira, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Benjamín Salinas Pliego (¿recordará lo que le esquilmó José Ramón Fernández?), Raúl Salinas de Gortari? Imagino que son cifras de espanto.
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