* La realidad que debe constatarse puede azorarnos con los videos de las calles de Estados Unidos, o los de nuestra frontera sur, o la suma de nuestras muertes violentas, o los niños sin vacunas y los hospitales sin medicamentos. El libre comercio debiera ir acompañado de una transformación de los sistemas de gobierno. ¿Qué sabemos de cómo y por qué fallecen los chinos o detestan a sus gobernantes?
Gregorio Ortega Molina
El libre comercio mueve al mundo -por el momento-, y por eso mismo no debiera estar determinado por la ideología, sí por los requerimientos alimenticios e industriales de los países cuyos gobernantes creen, o dicen confiar, en el mercado entre naciones.
No es así, porque el asunto se complica si consideramos que lo que más se intercambia de manos en el orbe, son los alimentos. Los humanos desean comer, y para ello alquilan sus habilidades, sean legales o no, pues está comprobado que los asesinos a sueldo existen, lo mismo que los traficantes de personas.
Las migraciones hoy son propiciadas y guiadas. No es el Éxodo, porque las motivaciones distan mucho de ser religiosas, y el destino está muy lejos de la Tierra Prometida, ni siquiera se parece al sueño americano. Por lo regular es la explotación sexual y laboral la que confronta a mujeres, hombres y niños, a la realidad de un futuro más siniestro que el esperado en sus lugares de origen. Morir solo y en tierra ajena no es recomendable.
Pero la migración ilegal crece, de la misma manera que se multiplica el tráfico de alimentos y de drogas sintéticas. El hambre y las narco dependencias parecen ir de la mano, lo mismo que la violencia y la desintegración familiar y social.
Lo anterior, sí todo lo anterior está determinado por el libre comercio, y no variará mientras la empatía no ensanche su espacio y presencia en los acuerdos entre naciones, y en la conciencia de los mil millonarios, perdidos en cuentas de lo que nunca soñaron.
Veamos, advierte Rogelio Ramírez de la O que México tiene un déficit comercial con China muy grande. Según el secretario de Hacienda, nuestro país le compra a China 119.000 millones de dólares en bienes cada año, mientras que esa nación compra a México 11.000 millones de dólares anuales.
Por el contrario, los datos de abril 2024, indican que las ventas internacionales de México a Estados Unidos fueron US$41,440M, mientras que las compras alcanzaron US$22,394M. Lo anterior resulta en un balance comercial de US$19,046M.
No importa, la realidad que puede constatarse puede azorarnos con los videos de las calles de Estados Unidos, o los de nuestra frontera sur, o la suma de nuestras muertes por violencia, o los niños sin vacunas y los hospitales sin medicamentos.
El libre comercio debiera ir acompañado de una transformación de los sistemas de gobierno. ¿Qué sabemos de cómo y por qué fallecen los chinos o detestan a sus gobernantes?
www.gregorioortega.bog
@OrtegaGregorio