* A lo peor para ella, el proyecto es otro, y esa manzana envenenada que es el déficit presupuestal 2024 está destinada a caer en manos de Xóchitl Gálvez, para que sobre ella y los fifís caiga el peso de sus balandronadas y su mal gobierno
Gregorio Ortega Molina
Resulta ser cierto, nadie aprende en cabeza ajena. No olvidemos que la deuda contraída por los gobiernos, se convierte en propia e individual, porque gravita sobre el futuro inmediato, y además la heredamos a nuestros descendientes.
Ahora se da cuenta, Andrés Manuel López Obrador, que no basta con traer 200 pesos en la cartera y tener un par de zapatos, y tarde comprenderá que si en la economía doméstica gastar más de lo que ingresa es un problema que puede concluir en divorcio, en la conducción de un país que desea recuperarse de los anteriores agravios fiscales, su proyecto de presupuesto 2024 adquiere la dimensión de tragedia, cuyo desenlace no será con su “supuesta” entrega del poder a Claudia Sheinbaum, sino que puede adelantarse el cobro de factura como una respuesta electoral.
La pregunta es por demás pertinente: ¿sabe ya, la abanderada Claudia Sheinbaum, el escorpión que le echan al cuello o dentro del corpiño, con el déficit presupuestal proyectado y cuya aprobación será avalada por el más sumiso de los congresos?
Si buena parte de la república es ya un camposanto, si el número de desaparecidos crece y son los barones de la droga los que determinan qué sí, y qué no puede hacerse en lugares como Guerrero y Chiapas; si el sector salud es ya un lastre que ni el más moderno viagra levanta; si los crímenes políticos nunca se resuelven, como nunca lo hizo su combate a la corrupción, que quedó transformado en la más grande de las imposturas, ¿cómo podrá gobernarse México si no es por la fuerza de las armas y la peor de las simuladas dictaduras?
Me pregunto, y debemos preguntarnos todos los mexicanos que amamos a nuestro país, si la doctora Claudia Sheinbaum no puede inducir una serie reflexión en el presidente de la República, y solicitarle que coloque su soberbia en el cajón del buró y su megalomanía se vaya al desván de los trebejos, para que le deje una situación social en plena gobernabilidad.
A lo peor para ella, el proyecto es otro, y esa manzana envenenada que es el déficit presupuestal 2024 está destinada a caer en manos de Xóchitl Gálvez, para que sobre ella y los fifís caiga el peso de sus balandronadas y su mal gobierno.
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@OrtegaGregorio