* El destierro, en los términos en que lo usaron como castigo los romanos y los griegos, dejó de existir. Deportar como sanción política establecida por los gobiernos totalitarios desapareció. La Shoah reordenó el concepto, azoró al mundo y debió ser un aviso para lo que ahora sucede
Gregorio Ortega Molina
Pareció que el destierro entró en desuso y fue sustituido por la deportación. En tu propio país, como en la entonces URSS, en donde un feroz y estalinista castigo fue el Gulag; en otros, buscaron y buscan enviarte al extranjero.
Ahora te desposeen de la nacionalidad, como Daniel Ortega hizo con Sergio Ramírez y Gioconda Belli. Le caes mal a Rosario Murillo y Daniel Ortega decide que dejaste de ser nicaragüense. ¿Son, ambos, perseguidos políticos o víctimas de su independencia intelectual, de su lucidez, de su libertad? La escritora adoptó la nacionalidad chilena, pero como Ramírez, entraron en el ámbito de la transterrados, los convirtieron en apátridas. Son casos de excepción, un paradigma en este nuevo caos migratorio.
¿Qué son ahora los armenios, los kurdos, los africanos cuyos países están en guerra interna, las mujeres iraníes, los venezolanos y colombianos y salvadoreños y nicaragüenses, y nuestros compatriotas, esos mexicanos que son expulsados porque aquí no encuentran las condiciones de vida digna, o porque huyen de esa violencia asesina que tiene paralizado al gobierno, socava al Estado y disminuye a la República en sus instituciones?
Creo que no tenemos claras las condiciones que determinan estas olas migratorias, motivadas o iniciadas como políticas internas que se salieron de control. El desempleo es ese terrible lastre de las economías nacionales.
Recordemos el caso de los marielitos, y más tarde el de Elián González, emblemas del gobierno de Cuba para combatir ideológicamente el sueño de llegar a Estados Unidos, donde todo será mejor, salvo si caes entre los hillbillys, o eres adoptado por el QAnon.
En muy pocas ocasiones los migrantes encuentran las puertas abiertas. Los hebreos debieron conquistar a sangre y fuego la Tierra Prometida, y en esta nueva etapa, el Estado de Israel está en permanente lucha con Palestina.
Únicamente recuerdo como modélico, el caso de los “refugiados” españoles a los que el general y presidente Lázaro Cárdenas abrió las puertas de México, y vaya que nos beneficiaron, en muchas maneras. Catedráticos universitarios, el Colegio de México, el colegio Madrid y el Instituto Luis Vives. José y Vicente Gaos, Luis Villoro, entre otros, contribuyeron a aclararnos las entendederas en cuanto a nuestro lugar en el mundo.
El destierro, en los términos en que lo usaron como castigo los romanos y los griegos, dejó de existir. Deportar como sanción política establecida por los gobiernos totalitarios desapareció. La Shoah reordenó el concepto, azoró al mundo y debió ser un aviso para lo que ahora sucede.
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio