* El costo real de las decisiones políticas del gobierno de la cuarta transformación ya se anuncia, resultará mayor a muchos FOBAPROA, a muchos Ayotzinapa, o Aguas Blancas, o Rancho Izaguirre o miles de fosas clandestinas más
Gregorio Ortega Molina
En algún momento de hace muchos años, la lógica aristotélica fue desplazada por la del poder político, incluidas las exigencias económicas para conservarlo.
Las consecuencias serán graves, porque se esfuerzan en retener a sus electores en la recirculación de mentiras que, siempre sucede, se contradicen unas a otras. Partamos del supuesto que la 4T no endeudó a Pemex, pero ¿cuáles eran los números de las deudas externa e interna en 2018 y qué niveles tienen hoy? La deuda de ambas vertientes crece, y orbita amenazadoramente sobre el PIB. No habrá recursos fiscales suficientes para no soltar los programas sociales y satisfacer los requerimientos de la deuda, cubrir al menos los intereses.
Nombremos las obras públicas del obradorato que impulsan el empleo, generan riqueza y hacen crecer al PIB para enfrentar con dignidad los compromisos económicos contratados para Dos Bocas, el Tren Maya, el ferrocarril Transístmico, y pagar intereses y deuda de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, porque sostienen que el AIFA es negocio y se pagó solo.
Ahora puede discurrirse sobre el engaño que López Obrador y sus secuaces perpetraron en contra de los deudos de los 43 de Ayotzinapa, pues de otra manera resulta descabellado explicar el nombramiento que Hugo Aguilar Ortiz hace a Vidulfo Rosales con un salario superior a los cien mil pesos mensuales. El expresidente de la 4T cumplió con su cómplice para evitar una confrontación con la secretaría de la Defensa Nacional.
Desconozco las razones por las cuales la supuesta oposición organizada convirtió en la candidata presidencial a Xóchitl Gálvez, quien fue lanzada a la fama cuando el presidente de la República le negó al acceso a Palacio Nacional, al salón de la Tesorería y, especialmente, al derecho de réplica. La señora Gálvez se la creyó, y sus promotores con ella.
¿En que se transformó el “abrazos no balazos”? Debimos preverlo después del saludo a Consuelo Loera de Guzmán, que fue el gesto que selló la complicidad entre el narco y el poder político. Y no fue el único, la liberación de Ovidio cuando ya estaba en poder de la autoridad, escudado en una moralina que no cabe en quien ejerce el poder total, como lo hizo y hace Andrés Manuel López Obrador.
El costo real de las decisiones políticas del gobierno de la cuarta transformación ya se anuncia, resultará mayor a muchos FOBAPROA, a muchos Ayotzinapa, o Aguas Blancas, o Rancho Izaguirre o miles de fosas clandestinas más.
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