* La educación pública en México dejó de cumplir su función hace varios lustros, pero se pudrió desde que Marx Arriaga y su valedora desean transformarla en vehículo de adoctrinamiento. Lo peor que puede ocurrir a un país es limitar o distorsionar o coartar la libertad de pensar por uno mismo. Entramos a lo peor de la reforma cultural china
Gregorio Ortega Molina
Lo que los gobiernos hacen y deshacen en México y nosotros hemos tolerado, primero, y después permitido con conocimiento de causa, está narrado en la novela de Jorge Ibargüengoitia que da título a este texto: Estas ruinas que ves.
Desconozco los niveles de corrupción y los grados de impunidad que se administraron entre la Independencia y la Revolución. Hay muchas anécdotas e historias acerca de los virreyes y su voracidad, tan desbocada como la de sus reyes, los borbones. Sin embargo, parece ser que lo que sucede desde que Álvaro Obregón decidió conculcar la Constitución y el motivo medular de la lucha armada recién concluida, al decidir reelegirse, rompe todos los moldes, pues el corrupto comportamiento de administradores públicos y sus corruptores, y el haber constituido a la impunidad como reina de las pruebas, efectivamente hace honor al título de la novela.
Puntualizo. No me refiero a la ruina física y económica, ni a la mal distribuida riqueza, ni al hambre y la demagogia, sino a la miseria moral y ética en la que nos deja el funcionamiento desigual de las instituciones, y hoy peor que nunca antes.
La administración de justicia es inexistente. Y no me refiero a la corrupción de jueces, magistrados y ministros, porque ceden por diversas causas, sino a los jueces de consigna, a la sumisión del Poder Judicial de la Federación a la voluntad caprichosa y retrógrada del Ejecutivo.
En cuanto a la procuración de justicia, ésta cabalga entre la militarización y la ausencia total de seguridad, en medio de desapariciones, fosas clandestinas, violencia por el narcotráfico, feminicidios, y ese absurdo del criterio de oportunidad, donde no pescan a nadie y dejan libres a los verdaderos delincuentes, ¿obsequiarán al gobierno de Estados Unidos la extradición de Rafael Caro Quintero? ¿Dictarán sentencia a Emilio Lozoya Austin? ¿Enjuiciarán a los ex presidentes? Puro jarabe de pico.
La educación pública en México dejó de cumplir su función hace varios lustros, pero se pudrió desde que Marx Arriaga y su valedora desean transformarla en vehículo de adoctrinamiento. Lo peor que puede ocurrir a un país es limitar o distorsionar o coartar la libertad de pensar por uno mismo. Entramos a lo peor de la reforma cultural china.
Pero que no nos vengan conque la ley es la ley, porque en este México se hace la voluntad del señor presidente de la República.
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@OrtegaGregorio