* Será que la 4T, el humanismo mexicano, la moral del no robar, no mentir y no traicionar, así como el fiero combate a la corrupción, construyen la civilización del México nuevo, del proyecto de nación que nunca acabamos de consolidar. No lo creo
Gregorio Ortega Molina
Los errores también se heredan y repiten con mayores consecuencias. ¿Fue España o es responsable Castilla de la Conquista? ¿Dónde inicia y concluye la corresponsabilidad del catolicismo con el modo de convertir a los pobladores originarios a una deidad ajena? ¿Le reclamarían a El Vaticano que expresara su arrepentimiento por la manera en que evangelizaron a América?
Andrés Manuel López Obrador y ahora la doctora Sheinbaum Pardo hacen de la simulación y la demagogia virtud, ejemplo en materia de llevar de la mano a los gobernados. Son copia fiel de la estrategia usada por los nazis para someter a su voluntad la libertad de los alemanes, primero, y la de los habitantes de las naciones ocupadas después. Los traidores siempre fueron bienvenidos, aunque a la postre los colaboracionistas terminaron enchapopotados y emplumados o asesinados.
Navegan embozados en un lenguaje que no es el suyo, porque dista mucho de expresar lo que sienten por México y esperan de sus gobernados. Albert Camus propuso, en la inmediata posguerra y como tarea urgente, reconstruir la mentalidad política. ¿Cómo conducirnos después de tantos fracasos acumulados? Imposible persistir en el error.
En El pesimismo y el Valor de 1945, Camus puntualiza: “… Esta coincidencia, en algunos espíritus, de una filosofía de la negación y de una moral positiva figura, de hecho, el gran problema que dolorosamente sacude todo la época. En síntesis, es un problema de civilización y se trata de que sepamos si para nosotros el hombre, sin el auxilio del eterno o del pensamiento racionalista, puede ser capaz de crear sus propios valores. Esta empresa nos supera de manera infinita. Lo digo porque lo creo. Francia y Europa hoy tienen que crear una nueva civilización o perecer”.
¿Dónde estamos en estas naciones que inician al sur del río Bravo y se extienden hasta la Antártida? Las aspiraciones a la república bolivariana tienen disensos y deserciones, pero es imposible seguir por el sendero de la autosuficiencia y el independentismo. Internet, el tiempo real, la IA, indican el mundo en el que vivimos. Exigen la creatividad necesaria para crear una civilización cibernética, y bélica. Las guerras internas, la violencia, no desaparecerán porque anularían el flujo económico.
Pero aquí, así se puede discernir de su discurso del jueves último, la doctora Sheinbaum Pardo parece partidaria del control absoluto desde el Poder Ejecutivo. Comparto: “El 2 de junio el pueblo de México también plasmó su voluntad para la composición del congreso de la Unión, y es clara la norma electoral en la asignación de los legisladores de mayoría y de representación proporcional. Estoy convencida que las y los titulares del Poder Judicial en materia electoral conocen a profundidad este tema porque así han actuado en pasadas elecciones y sabrán respetar también la Constitución, las leyes y la voluntad del pueblo”.
Será que la 4T, el humanismo mexicano, la moral del no robar, no mentir y no traicionar, así como el fiero combate a la corrupción, construyen la civilización del México nuevo, del proyecto de nación que nunca acabamos de consolidar. No lo creo.
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