* El problema también reside en que si bien los integrantes del gabinete de la 4T realizan un enorme esfuerzo para que todo cuadre, nada más no se les da, pues cada uno de ellos elige y anda por camino propio, porque ya sueñan con los nombres de los integrantes de su propio equipo de trabajo para el 2024-2030
Gregorio Ortega Molina
Para los juiciosos promotores de la 4T y los actuales gobernantes, el modelo es sencillo: como sucedió en la India. Se reparte dinero para reactivar el mercado e impulsar así la economía. Desde allá lo importaron, sin cuestionarse siquiera sobre las analogías o asimetrías entre la cultura politeísta o budista, y el catolicismo y/o cristianismo que aquí se practica. El modelo de vida determina, a querer o no, la manera de gastar.
A decir de la autoridad, medio millón de jóvenes ya reciben su lana para construir futuro, el de ellos o el de los políticos que los cooptan por ese medio. Creo que los beneficiados no lo saben. Lo que sí es real, es que se llevan a la bolsa una cantidad mayor a la de los viejitos; es comprensible, los adolescentes tienen distintas y múltiples necesidades que los de 65 y más.
Los de la tercera edad requieren de comida y medicamentos y, además, la tarjeta les impide comprar su “chupe”, aunque una “chela” no les caería mal, sobre todo ahora que el cambio climático nos rebasó. Por el contrario, los “chavos” buscarán, por ahorro y comodidad, el mercado informal, pero también sus “chochos”, sus tragos y quizá también satisfagan otras adicciones.
Es previsible que el dinero mejor gastado para el propósito de reactivar el mercado, sea el entregado a los padres de familia de los alumnos de preescolar y primaria, porque al llegar a los monederos de las amas de casa se usará para completar el gasto y contribuir a satisfacer las necesidades básicas de los destinatarios de esa lana.
Naturalmente deseo equivocarme, y que esos miles de millones de pesos entregados anualmente a mexicanos de edades dispares, culturas diferentes y necesidades irreconciliables, pero con carácter de universalidad, porque lo mismo se pone en las manos de quienes están necesitados, que de otros que les sobra para vivir a sus anchas; repito, deseo estar equivocado y que, efectivamente, el mercado se reactive y el PIB llegue a cuatro por ciento, y más, porque necesitamos un respiro.
El problema también reside en que si bien los integrantes del gabinete de la 4T realizan un enorme esfuerzo para que todo cuadre, nada más no se les da, pues cada uno de ellos elige y anda por camino propio, porque ya sueñan con los nombres de los integrantes de su propio equipo de trabajo para el 2024-2030.
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