* Así como el río de sangre no cesa, el saqueo a la patria, a nuestros hogares, resulta incontenible. Ahora nos enteran que durante el actual sexenio, el del regreso del PRI, el del Pacto por México y las reformas estructurales, se han transferido al exterior 71 mil 908 millones de dólares
Gregorio Ortega Molina
He leído numerosas novelas, reportajes y testimonios de huidas ingeniosas, o producto de un error, o debido a un casi milagro.
De los sucesos o ficciones memorables recuerdo la protagonizada por David Kaplan, o El gran escape, con Steve McQueen, y Expreso de medianoche, dirigida por Oliver Stone.
Pero nada se compara con la fuga de capitales desde México. Han vencido la economía, una y otra vez, con la complicidad de los gobiernos, que terminaron humillados, y la sociedad ofendida.
Adiós a la megalomanía de José López Portillo, porque nos saquearon, y continúan haciéndolo. La estatización bancaria se transformó en una pesadilla cuyo desenlace fue la reprivatización momentánea a neo banqueros mexicanos, y la enajenación del ahorro captado por esos bancos y otros extranjeros.
Así como el río de sangre no cesa, el saqueo a la patria, a nuestros hogares, resulta incontenible, aunque concebible como consecuencia de la corrupción, la impunidad, la violencia y las complicidades que aseguran la inexistencia de seguridad jurídica. Ahora nos enteran que durante el actual sexenio, el del regreso del PRI, el del Pacto por México y las reformas estructurales, se han transferido al exterior 71 mil 908 millones de dólares. Equivale a 81 por ciento de la deuda externa del gobierno federal, asegura el Banco de México.
Con todo desparpajo, las autoridades encargadas de vigilar las finanzas nacionales, informan que las transferencias hechas por mexicanos a bancos en el exterior en lo que va del peñato, superaron en 118 por ciento a las registradas en el periodo comparable del gobierno de las manos (no tan) limpias, que fueron de 32 mil 947 millones de dólares.
Debemos dejar de engañarnos, suponer o suavizar la realidad.
¿Qué motiva la fuga de capitales? Lo que sucede en la mente de las inversionistas y especuladores que pierden la confianza en los gobiernos, ¿está fundamentado? No le den vueltas: en los últimos 4 años la transferencia de recursos de mexicanos a bancos en el exterior refleja el mayor número de empresas que realizan operaciones en el extranjero y los flujos de comercio, pero también una tendencia creciente a mantener activos financieros fuera de México.
Para documentar el optimismo de los financieros en los políticos, el Banco de México deja constancia, en sus estadísticas, que durante los primeros cuatro años del gobierno de Vicente Fox, las transferencias hechas por mexicanos a bancos en el extranjero fueron de 4 mil 53 millones de dólares; en el periodo comparable de la gestión de Ernesto Zedillo, las transferencias sumaron 4 mil 303 millones de dólares.
¿A qué debemos, entonces, la fuga del siglo de los capitales mexicanos? ¿Será que es la causa del adiós a Luis Videgaray? El dinero no conoce de razones ni de fidelidad.