* ¿Saben, Alejandro Encinas, Olga Sánchez, los secretarios de Defensa y Marina y el mismísimo Andrés Manuel, el tamaño de las ausencias y el número real de asesinados, ejecutados o simplemente desaparecidos? No lo creo
Gregorio Ortega Molina
¿Hace cuánto inició la crónica sobre las fosas clandestinas, las madres buscadoras de los despojos de los hijos? Los desaparecidos siempre han estado presentes, porque unos se van por su propio pie -viví dos casos-, mientras otros son llevados en contra de su voluntad.
He tratado con madres de desaparecidos, no existen palabras para describir el dolor que anida en sus ojos, el vacío que está en sus manos y su razón y su alma. Leo con estupor lo que sucede en nuestro México, vi sobrecogido Somos, y pienso en Aguililla, y en los nombres de otros poblados como San Fernando, y entonces recuerdo la negativa de Andrés Manuel a aceptar la realidad, y su deseo de no recibir a Silvano ni a Francisco. ¿Para quién o quiénes gobierna, entonces?
Las matanzas no son nuevas, nuestros gobiernos las dejaron crecer, desde 1993, al menos, y luego las masacres de Chiapas. Aguas Blancas y las cabezas que ruedan en la pista de baile de la disco de Apatzingán, allí nomás, a tiro de piedra de Aguililla.
Comparto el horror de una nota informativa: “Es un terreno rural, se ubica al sur del municipio de Matamoros, Tamaulipas, rumbo a la playa Bagdad y fue localizado en 2016 por una denuncia anónima en la cual aseguraban la existencia de cadáveres que “cocinaba” el Cártel del Golfo, y donde hoy autoridades federales, estatales y familias de desaparecidos han recabado cerca de media tonelada de restos óseos, prendas y otros indicios. Se trata de La Bartolina, un ejido que está a 25 kilómetros al sur de la ciudad y a cuatro kilómetros de la carretera que conduce a la playa.
“No estamos hablando de media tonelada de restos óseos, estamos hablando de toneladas, aseguró una de las integrantes del colectivo Madres Unidas de San Fernando, Matamoros y Reynosa, a la que llamaremos María (nombre ficticio para poder hablar bajo anonimato).
“Afirma que al hablar de toneladas es porque tienen el indicio de que este panteón clandestino tiene una extensión de 600 metros cuadrados. El sitio es parte del bastión del Cártel del Golfo desde donde sus cabecillas mandan parte de Tamaulipas, el norte y centro del país.
“Entre el mes de abril y mayo de este 2021, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna, acudió a revisar los trabajos que el colectivo, peritos y personal tanto de la Fiscalía Estatal como Federal realizaban en la recolección de restos humanos y que data desde hace varios años.
“De aquí se fue asustada (Quintana Osuna) y nos dijo que las búsquedas seguirían, expresó Maria. El área donde se sospecha existen cuerpos enterrados apenas han podido escarbar en 5 metros cuadrados, de donde ya sacaron 450 kilos de hueso, prendas y otros indicios. En febrero del 2020 sacamos 300 kilos de restos, luego en noviembre fueron 330 y este año entre abril y mayo fueron 120 kilos en tan solo 5 metros cuadrados. Nos faltan 595 metros cuadrados por revisar, sostuvo María”.
¿Saben, Alejandro Encinas, Olga Sánchez, los secretarios de Defensa y Marina y el mismísimo Andrés Manuel, el tamaño de las ausencias y el número real de asesinados, ejecutados o simplemente desaparecidos? No lo creo.
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