* El jueves, cuando se aconseja la visita de las siete casas, debemos solicitar, en cada una de ellas, que desaparezca al mal fario, que llegue la razón y el futuro nos sonría
Gregorio Ortega Molina
Hace cuatro días se recordó el Viernes de Dolores. Una evocación de esa imagen de la Dolorosa, trae a la memoria la paráfrasis de un dicho de José López Portillo: presidente de la República al que se le cae la recaudación fiscal, se la cae la confianza de los gobernados.
Debemos esforzarnos por discernir cómo están hechos esos índices de popularidad, en qué días y dónde se hacen las encuestas. En esta época de percepción de la realidad a través de parámetros distintos, en los cuales el tiempo real, las redes sociales y la posibilidad de que el monedero de las amas de casa rinda sin necesidad de esperar el subsidio de los “viejitos”, la confianza debiera medirse de otra manera, lejos de lo que se dice de dientes para afuera.
La información oficial dada a conocer por los chicos de Carlos Urzúa, indica que “el ejercicio del gasto del gobierno federal en el primer bimestre del año, registra una caída frente al mismo periodo de 2018, y también respecto del autorizado por el Congreso”; ¿es consecuencia de la política de ahorro, de la contracción de la planta laboral (por no decir despidos) y de la desaparición de programas sociales, que todavía no son sustituidos por otros, como ocurre con las guarderías, los refugios para golpeadas, y la absorción por parte del gobierno federal de la tarjeta de los viejitos de la Ciudad de México? Me parece y sabe a atole con el dedo.
Dice el texto de La Jornada: “El informe da cuenta de un desplome de los ingresos petroleros y de una disminución de la recaudación de los impuestos relacionados con la actividad económica, así como de un menor saldo de la deuda pública.
“En el primer bimestre de 2019, con un presupuesto ya bajo la responsabilidad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gasto total del sector público fue de 897 mil 160.5 millones de pesos, informó la SHCP.
“Esa cantidad fue menor en 77 mil 153.4 millones de pesos al programa establecido en el paquete económico para este año e inferior en 7.7 por ciento en términos reales –descontado el efecto de la inflación– al del mismo periodo de 2018”.
Naturalmente no puedo dejar de preguntarme en qué medida lo anterior ocurre como consecuencia de la posposición de las subastas de la reforma energética, del reordenamiento de la política petrolera, de la cancelación del AICM sección Texcoco, a cambio del novedoso y atractivo proyecto de Santa Lucía, y de la idea de hacer de las Islas Marías un “resort” internacional…
El jueves, cuando se aconseja la visita de las siete casas, debemos solicitar, en cada una de ellas, que desaparezca al mal fario, que llegue la razón y el futuro nos sonría.
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio