* ¿Qué hace Emilio Gamboa Patrón en el Senado? Del pastoreo político de la fracción priista espera un resultado electoral, porque para ello hace y dice política, abre la boca para nombrar precandidatos y refiere una mini encuesta de a mentiritas; además es interlocutor escuchado por el presidente constitucional de los mexicanos
Gregorio Ortega Molina
Eludir la contienda política, la confrontación verbal en el Congreso y a través de los medios de comunicación, o descalificar que la oposición desee imponer agenda legislativa, es mostrar el miedo a ser despojados del poder.
Jorge Carlos Ramírez Marín, a quien lo costó uno y la mitad del otro asumir la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de diputados, dice que ese institución tiene, en el actual periodo de sesiones, la última oportunidad para aprobar sus pendientes; ello depende de que los partidos no lo utilicen como ariete de la estrategia presidencial de 2018.
De inmediato me pregunto: ¿por qué no? No hay mejor lugar para la manifestación de las ideas, la exhibición de las propuestas de gobierno, los proyectos, programas y sus modificaciones, que el Congreso. Se supone que los diputados y senadores son la expresión viva de la voluntad popular, a través del sufragio que los llevó a los jugosos salarios y al compromiso con un mandato constitucional, con los gobernados, nunca con el Poder Ejecutivo.
Dice el rollizo priista -en entrevista para La Jornada- que la cámara que él preside está trabada, y los partidos no pueden caer en la tentación de imponerle la agenda. Debemos evitar que sea la plataforma de campaña. Es un espacio de lucha política, no electoral. Creo que el señor Ramírez Marín está en el limbo de las entendederas de lo que sucede en México, pues aquí y en china la lucha política es electoral, y viceversa. Todo concluye en refrendarles el poder, o despojarlos de él.
¿Qué hace Emilio Gamboa Patrón en el Senado? Del pastoreo político de la fracción priista espera un resultado electoral, porque para ello hace y dice política, abre la boca para nombrar precandidatos y refiere una mini encuesta de a mentiritas, además de ser interlocutor escuchado por el presidente constitucional de los mexicanos.
Si él lo hace, y todos los días, ¿por qué habría de vetarse a la oposición esa actividad? Imponer la agenda legislativa es un privilegio de la inteligencia política de quienes están en constante pugna por el poder, pero eso parece no comprenderlo don Jorge Carlos Ramírez Marín.
Talleyrand informa al Consejo de Estado: “En todo Estado bien gobernado cada rama de la administración tiene un espíritu propio. Este espíritu imprime unidad, uniformidad y una cierta energía a la dirección de los asuntos, transmite la tradición de los deberes, perpetúa el sentimiento y la observación y liga la corporación y sus individuos al Gobierno”.
Hay quienes quieren que el modito se perpetúe, a medio camino entre el Imperio y la Restauración. ¿Lo resiste el presidencialismo, o iniciarán el cambio?
Margarita: diagnóstico y consecuencias
Limitar al 2018 la decisión de la señora Zavala es torpe y corto de miras. Si ella acotó su futuro político y su presencia al resultado obtenido en las urnas, demuestra ser menos inteligente y menos merecedora de la confianza de la sociedad.
Por el contrario, si ella decidió romper con su militancia, su fe partidista y su historia política -también lo hace con la de su marido- desde la playa y con la línea del horizonte infinito enfrente, significa que comprendió, a cabalidad, que la partidocracia se agotó, la necesidad de enterrar el modelo político iniciado con Guadalupe Victoria, y la urgencia de plantear la reforma del Estado, para que los mexicanos encuentren camino y futuro, porque de otra manera la perspectiva está en “La Bestia” y la sujeción a la extrema derecha de Estados Unidos.
En el botepronto del analista pensé que su decisión contribuiría a que EPN inclinara sus preferencias por José Antonio Meade (Made in), apartidista, formado ideológicamente para su trabajo profesional durante sus estudios en el ITAM y en el desempeño de los gobiernos de Acción Nacional en los que participó. De inmediato rechacé la idea, porque supongo, y deseo, que la ambición histórica y la inteligencia de la señora Zavala vayan más allá de lo que concluye al término de una contienda electoral.
Ella es dueña de los secretos de la presidencia de su esposo. ¿A qué me refiero? A los hechos reales, las estadísticas que ofrecen la verdadera dimensión del desastre nacional. Sabe o deduce lo que puede ofertarse, porque puede hacerse, y lo que no; está al tanto de lo que realmente urge, y tiene entendido que los niveles de corrupción e impunidad no pueden continuar.
Si no entiende que sin dolor no hay sanación, nunca luchará por imponer sanciones y meter a los corruptos a la cárcel, porque en este momento la vida nacional, la reconstrucción del himen social, demanda -con toda claridad- que la justicia se imponga a la ley.
Pero claro, todo puede ser parte de un tongo electoral para que el modelito presidencial, la corrupción, la impunidad y la pudrición social continúen a todo lo que da. ¿Tendrá aspiraciones históricas, o nada más políticas?
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