* Simplificamos, de manera equivocada, la manera de observar y entender el fenómenos del enarbolar la bandera mexicana en las calles de Los Ángeles y otras ciudades de Estados Unidos. Dista mucho de significar un aquí estamos y no permitiremos que nos arrebaten lo que es nuestro. Es no dejarse vencer como lo hicieron los judíos, que mansamente se dejaron conducir al matadero, porque Donald Trump y su proyecto necesitan un elemento cohesionador, y en eso convirtieron a los migrantes, sobre todo a los mexicanos
Gregorio Ortega Molina
Con el propósito de entender lo que realmente sucede con los migrantes en Estados Unidos y la manera de encontrar propuestas de solución, monetizamos las explicaciones del día sin rey, de las redadas, de las deportaciones.
Es más sencillo y requiere una compleja solución, porque el problema está en el comportamiento cultural, cívico y político de esa raza blanca que se siente la depositaria de la voluntad de los padres fundadores y el modo en que decidieron darles una nación. Es el racismo puro y duro que se utiliza como arma ideológica para cohesionar a una nación que perdió el rumbo de su Destino Manifiesto al momento en que sintió satisfacción del derrumbe del Muro de Berlín.
Perdida la motivación que da el enemigo -real o figurado-, necesitaron buscarse otro, y en esa indagación está el concepto de MAGA. Les fue fácil descubrir que lo tienen en casa, es ancestral y algo diferente a los “negros”, tanto por el color de piel como por el comportamiento. Olvidaron que los mexicanos también son distintos a los del siglo XIX e incluso del XX. La respuesta no está en expoliarlos.
Me pregunto si el video al que da voz Salma Hayek o las declaraciones difundidas por Arne aus den Ruthen nos dan un atisbo para comprender, aunque hoy todo se reduce a la economía. Creo que hay otras explicaciones. Están en el origen del nacimiento de Estados Unidos, como lo expone Juan A. Ortega y Medina en su Destino Manifiesto.
“El espíritu nacional se expresa más auténticamente por medio de la misión y representa las ideas de la mayor parte de los mejores norteamericanos hasta el presente: idealismo, esperanza del favor divino para las aspiraciones nacionales -se indica en su moneda: In God We TRUST-, autoabnegación e insistencia (siempre renovada) sobre los valores de la civilización norteamericana”.
Simplificamos, de manera equivocada, la manera de observar y entender el fenómenos del enarbolar la bandera mexicana en las calles de Los Ángeles y otras ciudades de Estados Unidos. Dista mucho de significar un aquí estamos y no permitiremos que nos arrebaten lo que es nuestro. Es no dejarse vencer como lo hicieron los judíos, que mansamente se dejaron conducir al matadero, porque Donald Trump y su proyecto necesitan un elemento cohesionador, y en eso convirtieron a los migrantes, sobre todo a los mexicanos.
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