* No la tiene fácil, pues debe saber que Jacqueline Peschard padece de un problema, lo mismo para desempeñar con equidad funciones en el IFAI, que ahora en el SNA: no escucha. Vive casada con su verdad, como si la que ella posee fuese de origen divino, indivisible e insustituible. Imposible que acepte que la corrupción tiene dos caras, aunque no necesariamente como Jano
Gregorio Ortega Molina
Jacqueline Peschard pudo acomodar las exigencias del SNA a sus necesidades personales. ¿Q quién importan las de la sociedad? Debió costarle muchas horas y demasiada saliva convencer a Ricardo Salgado Perrilliat. Primero, hubo de descender y pedir; segundo, necesitó olvidarse de su orgullo, y reiterar la petición.
Ninguno de los dos es nuevo en sus tratos profesionales. Salgado Perrilliat fue el responsable jurídico del INAI cuando Peschard lo presidió, después se sumó el equipo de Alonso Lujambio y se desempeñó como director general Jurídico de la SEP, donde se dedicó a poner orden y a arrastrar el lápiz para sentar las bases de lo que después Emilio Chuayffet Chemor vendió a EPN como reforma educativa, siendo que sólo aspiraba a ser un reordenamiento administrativo para racionalizar el gasto y darle funcionalidad. Al menos eso me dicen.
Pues bien, ahora resulta que el Órgano de Gobierno del Sistema Nacional Anticorrupción designó a Ricardo Salgado Perrilliat como Secretario Técnico de su Secretaría Ejecutiva. Es decir, otra vez arrastrará el lápiz.
El Secretario Técnico será la cabeza administrativa del SNA; la ley establece que debe brindar el apoyo necesario para que el Comité Coordinador, el Comité de Participación Ciudadana y el Órgano de Gobierno realicen su trabajo.
En lo inmediato, entre sus principales encomiendas es estructurar el nuevo sistema y dotarlo de un estatuto de gobierno o un reglamento interno que definan cómo va a funcionar. Una de las tareas más importantes que tendrá a su cargo es la administración de las declaraciones patrimoniales y de intereses de todos los servidores públicos del país, a través de la Plataforma Digital Nacional.
El Órgano de Gobierno está integrado por Jacqueline Peschard, quien lo preside; el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal; la Secretaria de la Función Pública, Arely Gómez; el presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, Carlos Chaurand; el titular del INAI, Francisco Javier Acuña y el representante del Consejo de la Judicatura, Alfonso Pérez Daza.
El señor y jurista Salgado Perrilliat no la tiene fácil, pues debe saber que Jacqueline Peschard padece de un problema para desempeñar con equidad tanto sus funciones en el IFAI, como ahora en el SNA: no escucha. Vive casada con su verdad, como si la que ella posee fuese de origen divino, indivisible e insustituible. Imposible para ella reconocer que la corrupción, que sí es un fenómeno cultural, tiene dos caras, no necesariamente como Jano, porque en no pocas ocasiones el corrompido lo hace por temor a que ejecuten a integrantes de su familia o a él mismo, y ¡ay de él, o ella, donde se le ocurra renunciar!
Sí, lo mejor que pudo ocurrir al SNA fue el nombramiento de Ricardo Salgado Perrilliat. Cumplirá con creces, la sociedad se lo agradecerá, aunque desconozco si con igual intensidad y sinceridad lo harán sus patronos del órgano de gobierno.
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