* Dejaron de respetar una regla de oro: el poder no se comparte. Lo que fue el inmenso y, en apariencia, inmutable poder presidencial, está fragmentado de manera muy complicada, porque una parte la tienen los gobernadores, otra los barones del dinero, otra más la delincuencia organizada y la partidocracia
Gregorio Ortega Molina
El poder presidencial dejó de ser lo que, con interrupciones, representó para los mexicanos, para los estudiosos de la política. Enrique González Pedrero lo definió cabalmente con el título de su penúltimo libro: País de un solo hombre: el México de Santa Anna.
Ese poder omnímodo e indivisible reunido en una persona, se encarnó otra vez en Benito Juárez, Porfirio Díaz y Plutarco Elías Calles.
Se institucionalizó con una característica que le dio larga vida: la renovación sexenal del responsable de asumir esa tremenda responsabilidad. Comenzó ese período cuando Lázaro Cárdenas acrecienta los poderes metaconstitucionales de la Presidencia de la República, e inicia su decadencia al momento en que Carlos Salinas de Gortari debió sentarse a una mesa de negociación poselectoral, para legitimarse.
Puedo resumir la idea de lo que fue, en lo que Luis Echeverría Álvarez me confío en 1993, cuando lo busqué para conversar sobre el XXV aniversario del 2 de octubre.
-Mejor hablemos de la sucesión, me dijo con la intención de que olvidase mi pretensión original. Yo, por ejemplo, elegí un buen candidato, que después no fue buen presidente, ya no es mi responsabilidad.
Hoy, no hay manera de que puedan elegirse así a los candidatos a suceder a quien aparenta ser dueño de toda esa fuerza sin contrapesos.
La razón es sencilla, dejaron de respetar una regla de oro: el poder no se comparte. Lo que fue el inmenso y, en apariencia, inmutable poder presidencial, está fragmentado de manera muy complicada, porque una parte la tienen los gobernadores, otra los barones del dinero, otra más la delincuencia organizada y la partidocracia.
Aparece, además, un poder emergente que, por el momento, no puede moverse fuera del marco constitucional. Para conservar su reducido ámbito de mando institucional y legal, el presidente de la República en funciones se apoya en las Fuerzas Armadas, desde el momento en que así lo decidió Felipe Calderón Hinojosa.
Puede deducirse, entonces, que como el presidencialismo dejó de ser lo que era, la sucesión presidencial no puede clonarse como un modelo que ha de repetirse al infinito.
Todo lo anterior me obliga a deducir que en la próxima sucesión presidencial será más importante el preámbulo que la sanción de los electores en las boletas.
De la manera en cómo lo resuelvan, la partidocracia sobrevivirá o se sumará también al proceso de decadencia del presidencialismo.
Mañana, breve análisis prospectivo de lo que puede suceder durante el presente año.
Del Demonio de Sócrates: Cometí el error de pensar -como lo hicieron Arthur Neville Chamberlain y Édouard Daladier respecto de Adolfo Hitler- que el tema de Donald J. Trump se arreglaría solo, impelido por las fuerzas del poder económico, pero fue hasta el viernes, durante su juramentación como presidente de Estados Unidos, que caí en la cuenta de que es neoyorquino, pero también un hillbilly, dispuesto a obedecer a quienes lo pusieron en el Salón Oval, y no precisamente al pueblo de Estados Unidos, a quien afirma subordinarse.
Para entender el tamaño del riesgo hay que revisitar la popular serie The Beverly Hillbillies. Contenerlo y acotarlo requiere algo más que declaraciones.
Aviso: Mis vecinos, lectores y amigos me solicitan hacer extensiva la invitación siguiente: Conforme al artículo 103 de la Ley de Participación Ciudadana, por este conducto queremos extenderles la más cordial invitación a nuestra 1a ASAMBLEA CIUDADANA que se celebrara el Jueves 26 de Enero, a las 19:30 horas, en la calle de Madero No 21 auditorio del AMIS Colonia Tlacopac.
Les comento que estamos convocando a nuestra Asamblea a La Jefa Delegacional y también a los Funcionarios de las diferentes áreas que involucradas en los diferentes servicios otorgados por la Delegación, así como autoridades de la Secretaria de Seguridad Publica y de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México.
Para que escuchen de viva voz de los vecinos las principales demandas ciudadanas y nos apoyen a solucionar y resolver la problemática de nuestra Colonia.
Sin más por el momento quedo a sus órdenes
COMITE CIUDADANO TLACOPAC
Carlos A. Velasco Mendoza
www.gregorioortega.blog