HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Aquel 9 de febrero de 1985, Armando Pavón Reyes el primer comandante de la entonces Policía Judicial Federal, dependiente de la Procuraduría General de la República, llegó al Aeropuerto de Guadalajara, al mando de 25 judiciales y 4 agentes de la DEA y, frenaron por un momento, la huída en un jet particular de Rafael Caro Quintero.
Pavón Reyes y sus hombres se apostaron a un lado de la aeronave en la que se encontraba el objetivo de su misión, en el interior estaban los hombres de Caro dispuestos a todo, fue entonces cuando vino la confusión porque el narcotraficante enfrentó a los policías mexicanos y agentes de la DEA a quienes les mostró una credencial de la entonces poderosa y temible Dirección Federal de Seguridad, (DFS) creada en la administración del presidente Miguel Alemán para combatir a los grupos subversivos y el terrorismo.
El primer comandante Pavón Reyes – ya fallecido-, era un joven e inexperto policía, que había servido como agente de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales de la Secretaría de Gobernación, los llamados “orejas” de Gober. En la DGIPS estuvo al mando de Manuel “Chato” Ibarra un abogado tampiqueño que se lo llevó después a la Policía Federal en donde lo hizo primer comandante.
Sin más el avión despegó del Aeropuerto Internacional de Guadalajara rumbo a la terminal aérea en San José de Costa Rica. En el interior iban además de Caro Quintero, su novia, Sara Cristina Cosío, hija de Octavio Cosío, hermano del ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, así como los guardaespaldas del capo.
Nunca se supo si la credencial de la DFS que portaba Caro era auténtica o falsificada, aunque había constancia de que Ernesto Fonseca Carrillo y algunos de su escolta también portaban una. Por esos días del director general de la DFS era José Antonio Zorrilla, involucrado y preso posteriormente en el asesinato del periodista Manuel Buendía. Ignacio Morales Lechuga entonces procurador de Justicia del Distrito Federal y Nicolás Suárez Valenzuela titular de la policía judicial capitalina, que fueron quienes lo detuvieron, deben saber mucho al respecto.
Hoy Caro Quintero está detenido en el penal de Alta Seguridad del Altiplano y aunque se cruzan apuestas sobre su posible extradición de los Estados Unidos, de la que algunos comentocratas dicen que eso no le conviene al gobierno mexicano por lo que puede soltar, lo cierto es que en muchos otros casos en que se detuvo a estos personajes, no hubo tales revelaciones.
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Para Ricardo Monreal la captura de Rafael Caro Quintero, un generador de violencia es importante, pero “debemos ir más allá y profundizar en los programas sociales en la zona de mayor incidencia delictiva”. Monreal, coordinador de los senadores de Morena consideró que es necesario intensificar el trabajo del debilitamiento financiero de las células criminales. El coordinador legislativo se pronunció por fortalecer la Guardia Nacional y apoyar a los jóvenes para que cuenten con las oportunidades suficientes que los alejen del camino que cada “jefe de jefes”tuvo que seguir. Reiteró que la facultad que le da el artículo 76 constitucional al Senado de la República para revisar la estrategia nacional de Seguridad Pública. Mencionó que esta captura no provocó enfrentamientos violentos pero perdieron la vida 14 marinos. “La captura se trata de un logro muy importante, pero no se entiende como un fin en sí mismo, sino como una parte de un proceso y de una ruta de acción mucho más amplia”, comentó el legislador zacatecano.
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@HctorMoctezuma13