Durante el 2024, la presencia de México se hizo sentir en París, Francia, ya que de abril a octubre, el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac, albergó la muestra Mexica: Des dons et des dieux au Templo Mayor–Mexica: ofrendas y dioses del Templo Mayor, que contó con 590 piezas para abordar la ritualidad en la antigua México-Tenochtitlan, y fue recorrida por más de 200,000 personas.
También en Montreal, Canadá, hubo presencia mexicana el Museo Pointe-à-Callière de Arqueología e Historia, ya que se presentó Olmecas y las civilizaciones del Golfo de México, la cual estuvo abierta de abril a septiembre, presentando 272 obras, entre ellas, la cabeza colosal de San Lorenzo Tenochtitlan, la Ofrenda 4 de La Venta, Tabasco, y las esculturas de la Mujer Escarificada y el Adolescente Huasteco, ambas procedentes de San Luis Potosí; fue visitada por 321,569 personas.
Las culturas prehispánicas también llegaron a países remotos, como la República Popular China, donde la muestra El jaguar, un tótem de Mesoamérica continuó con su paso exitoso al convocar a más de 1.2 millones de personas en el Museo Provincial de Liaoning, su segunda sede en esa nación. Con 146 objetos arqueológicos y ocho etnográficos mostró el culto a este felino en distintas civilizaciones de México.
De julio a septiembre, el Museo de las Scuderie del Quirinale, en Roma, Italia, albergó Tlapitzalli, ritos y sonidos del México antiguo, la mayor muestra dedicada al mundo sonoro mesoamericano jamás presentada en Europa, en el marco del 150 aniversario de las relaciones entre ambas naciones. Reunió 163 piezas arqueológicas, provenientes de 13 museos de la Red del INAH, de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y del Museo de Antropología e Historia del Estado de México.
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