La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Debida metamorfosis: de indiciado a codiciado
En una demostración más de surrealismo político, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, se convirtió en la manzana de la discordia entre la 4T y el bloque opositor.
Hay dos temas de fondo: el respaldo legislativo para que las Fuerzas Armadas sigan patrullando en las calles y, el otro asunto, es la sucesión presidencial en 2024.
Por ello, cuando el oficialismo lanzó una embestida legal contra Moreno, promoviendo su desafuero, buscó hacerle manita de Alito, perdón, de puerco, con la intención de que el impresentable personaje volviera al redil aprobando las iniciativas de MORENA y, también, que boicotee la pretendida alianza electoral “Va por México”.
Queda claro que, Adán Augusto López operó y ofreció amnistía al campechano a cambio de sus favores, ya que, tiene el control de un grupo de diputados, que podrían sacar adelante las estrategias del presidente López Obrador.
Desde luego, este realineamiento desdibuja la relación con el PAN y el PRD, los cuales consideran que la ‘moratoria constitucional’, los deja bien parados frente a un sector de la ciudadanía, por ello, presionan a su ‘brother’ para que les cumpla o los deje como estaban.
Sólo hay un factor que puede echar por tierra los planes del líder tricolor, que el diputado panista que integra la Sección Instructora, vote en favor del desafuero, a menos…a menos que el pacto sea tan burdo, que de plano manden el proyecto a la ‘congeladora. Por lo pronto, Layda Sansores ya anunció una tregua a favor de su paisano.
Así pues, si la jugada sale, el país se militarizará (más aún), la oposición será arrasada y el Frankenstein tropical, podrá disfrutar sus millones mal habidos sin bronca. Aquí nos tocó vivir.