Parecería que para acabar con la ignorancia de algunos personajes de ésta Cuarta Transformación de la Nación, sólo habría que hacer de su conocimiento que nuestra Constitución Republicana, en el primer párrafo de su arábigo cuarenta y nueve, establece que el Supremo Poder de la Federación se segmenta, para su ejercicio, en tres podres: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Cualquier estudiante de derecho sabe que nuestro Pacto Federal consagra la teoría de la división de los tres poderes. Aunque no es el deseo de quien estas breves líneas escribe enunciar doctrinas, sino precisar lo que la Carta Magna refiere; no se vale omitir en éste caso una breve exposición de los antecedentes de la teoría de la división de Poderes, por considerarlo indispensable para que esos ineptos y desconocedores entiendan por qué se asienta ello en la Carta de Carranza.
William Rowan Hamilton, filósofo escocés e hijo de un gran abogado, en el ayer dijo: “rectificando un error es como se adquiere mayor crédito”. Esas palabras de ilustración se dejan de tarea a esos incompetentes, esperando que ello si lo entiendan.
Perdón por la desviación, pero retomando la ilación del tema también hay que precisar que la división de poderes es una institución política, proyectada en nuestro devenir histórico.
Por todos los abogados de la República (bueno, no todos), es bien sabido que la limitación del Poder Público, mediante la división Constitucional de Poderes es la única garantía de libertad que existe; consecuentemente, se puede afirmar que no existe la libertad en el caso de que el Poder Judicial Federal no esté separado del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo. En nuestro México todo estaría perdido si los mismos gobernantes, legisladores o ignaros, ejercitaran los tres poderes.
Es público y notorio que en el hoy nuestra Nación vive una absorción legislativa por parte de Andrés Manuel López Obrador y, ello se debe, sin duda alguna, como otros tantos desarreglos constitucionales, a factores políticos derivados del desconocimiento de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por parte de ese grupúsculo que aplaude los errores de su Cuarta Transformación de la República.
En ese orden de ideas y debido al reducido espacio, hay que decir que nuestro Poder Judicial Federal es el que vela por nuestras libertades; Crescencio Rejón, ilustre yucateco dijo: “que los jueces de primera instancia amparen en el goce de los derechos a los que les pidan su protección contra cualesquiera funcionarios que no correspondan al orden judicial”.
Es por ello, que en México se defiende a ese Poder Judicial Federal, el cuál Andrés Manuel López Obrador en su carácter de presidente de la República hoy pretende debilitar.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz
Presidente de la Academia de Derecho Penal
Del Colegio Nacional de Abogados Foro de México.