La emisora pública de Canadá CBC y su versión en francés Radio-Canada dijeron el lunes que efectivamente abandonarían Twitter por una nueva etiqueta «financiada por el gobierno» que, según dice, cuestiona su independencia editorial.
La salida sigue a la de National Public Radio en los Estados Unidos con la misma etiqueta, que también se había aplicado a la BBC antes de que la emisora británica solicitara con éxito que se cambiara a «financiada con fondos públicos».
En un comunicado, Canadian Broadcasting Corporation/Radio-Canada dijo que Twitter había agregado una etiqueta de «medios financiados por el gobierno» a su cuenta, calificándola de la misma manera que lo hace con los principales medios de comunicación en países autoritarios como Rusia o China.
«En el caso de CBC/Radio-Canada, esta etiqueta es falsa y engañosa», dijo el comunicado.
Si bien la emisora está financiada con fondos públicos, dijo que su independencia editorial está protegida por la ley de radiodifusión canadiense.
“Twitter puede ser una herramienta poderosa para que nuestros periodistas se comuniquen con los canadienses, pero socava la precisión y el profesionalismo del trabajo que realizan para permitir que nuestra independencia se describa falsamente de esta manera”, dijo.
«En consecuencia, pausaremos nuestra actividad en nuestra cuenta corporativa de Twitter y todas las cuentas relacionadas con las noticias de CBC y Radio-Canada.
En cambio, la emisora instó a los canadienses a seguirlo en otras redes sociales.
El líder de la oposición conservadora, Pierre Poilievre, quien expresó públicamente su desdén por la CBC y recaudó fondos con la promesa de acabar con su financiamiento, la semana pasada le escribió a Elon Musk instándolo a agregar una etiqueta de «medios financiados por el gobierno» a las cuentas de Twitter de la CBC.
Dijo que eso era «en interés de la transparencia» y señaló que casi dos tercios de su financiación en el año fiscal 2021-2022 provino del gobierno federal.
El lunes, el primer ministro liberal Justin Trudeau criticó a su rival por «atacar esta institución canadiense y atacar la cultura y el contenido local (que produce) que es tan importante para tantos canadienses».
Desde que Elon Musk compró Twitter, la compañía ha relajado su moderación de contenidos en la red, dejando atrás a muchos usuarios baneados por mensajes que incitan al odio o difunden información errónea.
Musk también redujo la fuerza laboral de Twitter de 7500 a menos de 2000 empleados.
Ha expresado un profundo desdén por los medios de comunicación durante años y recientemente instaló una respuesta automática de un emoji de caca a las consultas enviadas por correo electrónico de los periodistas.
Las organizaciones de noticias, sin embargo, han luchado por desvincularse de la plataforma, que sigue siendo un intercambio de comunicación principal para celebridades, políticos y expertos.
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