La Espinita
Andy S. K. Brown
¿Qué les ha dado esa mujer, que los tiene tan enfrentados?
Esa es la pregunta que el mundillo político se hace por el pleito a matar que sostienen Roberto Gil Zuarth y Santiago Nieto Castillo.
El primero fue esposo de Carla Humphrey cuando él despachaba como secretario particular de la Presidencia en el sexenio de Felipe Calderón. Sobrevino el divorcio poco después.
El segundo fue titular de la UIF al principio de este periodo sexenal y entonces se casó con la señora Humphrey en ostentosa boda celebrada en Antigua, Guatemala, que provocó que el pudibundo AMLO lo pusiera de patitas en la calle.
Las hostilidades entre ex marido y marido de quien ahora es consejera en el Instituto Nacional Electoral son de larga data.
Nieto acusó a Gil Zuarth. Y ahora Gil Zuarth acusa a Nieto.
El asunto sí es personal, confesaron ayer ambos pugilistas en el programa radiofónico de Carmen Aristegui.
Por eso es que muchos nos preguntamos, como escribí al principio, ¿qué les ha dado esa mujer?
Además de problemas penales, claro.
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Somos muchos quienes no creemos que Omar García Harfuch haya puesto pies en polvorosa por una nueva amenaza de muerte del Cartel Jalisco Nueva Generación que ya atentó contra su vida, resultado indemne.
Esa actitud de cobardía no corresponde a su linaje.
Porque, recuerde usted, el muchacho es nieto de mi general Marcelino García Barragán e hijo del temible “Tigre” Javier García Paniagua, quienes enfrentaron a los poderosos en turno con bravura.
¿En qué líos estará metido quien se creyó ser el personaje de cómic?
¿A quiénes ha favorecido?
¿A quiénes les ha dado la espalda?
Porque cuando un cártel del narco amenaza y hasta se atreve a llegar a las últimas consecuencias es solo por traición.
Y como bien dice la rola:
“La traición y el contrabando son cosas incompartidas”.
Y:
“Del dinero y de García ¿nunca más se supo nada?”
¡Santa cobardía, Batman!
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¿Para qué quiere Claudia Sheinbaum a un stripper en su precampaña?
¿En cuáles eventos va a ser necesaria la presencia de Sergio Mayer?
El ex integrante del Grupo Garibaldi ya dio muestras de sus escasas, por no decir nulas, capacidades políticas en la anterior Legislatura federal cuando cobró como diputado.
Como presidente de la comisión de Cultura se hizo mucha propaganda personal, pero provocó muchos más problemas con artistas y creadores, debido precisamente a su egolatría.
Si la adquisición de Mayer es para eventos “feministas”, tal cual los malentiende la precandidata, vale.
Que siga la fiesta de la supuesta ventaja de la corcholata y que el stripper siga quitándose la ropa.
@AndySKBrown1