Cuando Diego Fernández de Cevallos aparece en la escena criminal o política siempre siembra sospechas. Es ave de tempestades y su natural inclinación al protagonismo lo lleva al exceso, al rebase de todas las marcas. En diversos episodios de la vida nacional es el huizachero que ha manchado más pantanos en su travesía.
Casi todos ligados con su empeño vital por servirle a Carlos Salinas de Gortari, a quien sigue llamando Presidente, a pesar de la ingrata memoria que tiene el colectivo sobre el que mentía hasta cuando decía que era de Agualeguas. Ante Salinas se siente anonadado, y con su cara de circunstancia obedece sin chistar, a cualquier costo, a cualquier ridículo. Son de la misma pasta.
Fue Diego el que quemó las boletas electorales del fraude salinista, para no dejar huella histórica; fue también el candidato panista que, llevando de calle la delantera presidencial del ’94, se replegó y abandonó a sus compañeros de lucha para que ganara el candidato salinista, Zedillo.
Fue Diego el de la concertacesión de la gubernatura de Baja California al PAN del candidato Ernesto Ruffo. Fue el mismo Diego quien se prestó a la descabellada idea de Carlos Salinas de Gortari para fabricar un secuestro de a mentiritas que lo catapultara a la candidatura de 2012, ante la ausencia de una figura ganadora en el blanquiazul.
Convirtieron a la PGR en un negocio de chacales
Es Fernández de Cevallos el titiritero mayor que ha estado detrás de los nombramientos presidenciales de titulares de la PGR los últimos 23 años. Un tinglado propicio para todos los negocios y entrambuliques de sus favoritos. Desde su pasante en el despacho de abogados, Antonio Lozano Gracia, Rafael Macedo de la Concha, Eduardo Medina Mora, Francisco Cabeza de Vaca, Marisela Morales, Raúl Cervantes Andrade y los que usted guste añadir. Mandos medios y hasta policías le deben sus nombramientos.
Convirtieron la Procuraduría General de la República, con rango de Secretaría de Despacho, en un negocio de chacales. El tráfico de influencias y de asuntos litigiosos entre los titulares, los encargados del Despacho, los ex titulares y los pretendientes al cargo, ha sido el pan de cada día en esa cueva de esperpentos.
En medio y arriba de ellos, Diego Fernández de Cevallos, ante quien los presidentes economistas, administradores de empresas y huizacheros de bajo nivel, se rindieron extasiados. El verbo, la impostura y las gesticulaciones tramposas de Diego han sido letales para los legos en el Derecho.
Los favores que concede Diego tienen un precio
Usted se ha de imaginar la rutilancia que luce el llamado Jefe Diego ante personajes con la investidura presidencial que presumen títulos de licenciados en Derecho, pero que jamás pasaron por escuela alguna, son producto de tesis en las que predomina el copy-paste y de favores, y para colmo, no saben leer, o nunca han leído algún libro que no sea el vaquero, como por ejemplo, el infame de Atracomulco y su antecesor de San Francisco del Rincón.
Los favores que concede Diego tienen un precio. Cualquiera que ha andado en la brega judicial lo sabe: se cobra con exenciones fiscales de miles de millones de pesos a sus clientes empresarios vendedores de refrescos, de jugos, elixires, y chuchería y media. Sólo cobra el 45% de comisión y asunto arreglado en las más altas esferas del abarrote.
Intervino para nombrar a Santiago Nieto en la Fepade
Por eso y muchas cosas más, siempre que aparece Diego o cuando son requeridos sus oficios para cargar los dados de cualquier tamaño —remember su activismo, de la mano del Innombrable— en los videos de Carlos Ahumada que incriminaron a los más cercanos a AMLO–, la gente se siente engañada de antemano, pierde la confianza y la credibilidad, repudia cualquier arreglo en lo oscurito. Es el abogado de las causas impo$ibles… de entender.
Diego es el más voraz que haya conocido el foro mexicano, un ícono de la trapacería, el producto más acabado de un sistema en estertores. Por ello, desde que se supo que este personaje de tristes barbas intervino decisivamente para nombrar a Santiago Nieto Fiscal Especial para Asuntos Electorales, muchos se rascaron la cabeza. Ya se esperaba la trampa.
Un arreglo entre Diego y Javier Coello Trejo
¡Y sucedió! Se conoce hoy de un arreglo entre Diego y Javier Coello Trejo, el torturador, abogado del juniorcete Emilio Lozoya Austin, el enterrador de Pemex, el que ha arrastrado el nombre de México por sus prácticas corruptas con petroleras extranjeras, el que recibió las maletas de millones de dólares desde antes de tomar posesión…
… para financiar la campaña de Peña Nieto, ha echado por tierra la esperanza popular de que se castigue ejemplarmente, como se ha hecho en todos los países donde se produjeron los productos de chantajes, extorsiones y sobornos de Odebretch y sus filiales, constructoras del ramo petrolero que, en México, merced a sus abundantes comisiones a los mandarines fueron tratadas a cuerpo de rey, recibiendo concesiones contratos y prebendas sin licitación alguna.
Sacrificar a Nieto, para que ganaran Lozoya y Peña Nieto
Un arreglo también en lo oscurito: Diego, representando al inútil gobiernito federal y Coello, a otro de igual ralea, Lozoya Austin, habrían decidido que el único camino para ganar-ganar era sacrificando al recomendado de Diego Fernández de Cevallos, el queretano Santiago Nieto, para que emitiera una declaración en el sentido de que Lozoya, como fue, le había pedido lo exonerara de cualquier responsabilidad y culpabilidad en el asunto de los dólares de Odebretch a la campaña de Peña Nieto.
De ese modo, provocaría que Coello “montara en cólera” para desconocer la existencia de esa petición y poder reclamar ante los juzgados la violación a los derechos humanos en el indebido proceso a su cliente,(un proceso que todavía no existe), un ladrón de siete suelas, como ha quedado demostrado.
El interino de la PGR se excedió en sus funciones
Por su parte, Diego oficiaría ante las instancias superiores que también se encolerizaran de a mentiritas con Santiago Nieto, el titular de la Fepade, para condenarlo y defenestrarlo por haber violado el Código de Ética de los fruncionarios públicos, al revelar secretos de los indicios jurídicos, también inexistentes.
Santiago Nieto se habría plegado a las indicaciones y siguió el guión al pie de la letra, por algo está donde está, en la caverna de Atracomulco. El encargadito de la PGR, Elías Beltrán, también. Excediéndose en sus facultades de interino, el de la PGR pidió la renuncia del titular de la Fepade, en la única bravata de hombre que quizá pueda tener en su vida.
Familia queretana que le debe todo a Diego
Santiago Nieto debe lealtad a Diego Fernández de Cevallos, igual que toda su familia, pues el infame barbón, cacique de su tierra paterna, San Juan del Río, está para eso y mucho más. Diego es el padrino de su padre, Jaime Nieto Ramírez que ha sido por las mismas influencias alcalde de San Juan del Río, igual que un tío y un primo de Santiago Nieto.
Es ampliamente conocido el caso de la hermana de Santiago Nieto, Gloria de los mismos apellidos, que fue impuesta por el mismo dedo en el sitial de magistrada electoral del estado de Querétaro. Con esos antecedentes es fácil suponer que las agarraderas de la voluntad de Santiago estaban a la disposición del barbón huizachero.
Lozoya Austin: comprobado contrabando de dinero
Los senadores que votaron por unanimidad ungir a Santiago Nieto están desconcertados, pues ahora que el Fiscal acude a la Cámara Alta ya no tienen para dónde hacerse. Cualquier decisión, de defensa o de condena, los empina irreversiblemente a un callejón sin salida.
El PRI se siente aliviado de la carga, pues la continuación de la indagatoria en contra de Emilio Lozoya Austin y su probado contrabando de dinero sucio para la campaña de Peña Nieto iba a acabar en la pérdida del registro como Partido, o cuando menos a dejar de recibir la mitad del financiamiento público para continuar sus trapacerías.
Todo se ha venido abajo por la cacareada intromisión arreglada de Santiago Nieto que reveló los intentos desesperados de Coello y Lozoya por evadir la justicia. Dicen ahora que esto por sí mismo, invalida cualquier acción legal contra el ladrón de Pemex. ¡Cuánta bizarría por defender los derechos humanos! ¿No cree usted?
Desdoro e insidia del gobiernito atracomulca
Por lo que se ha visto en este caso que ha manchado desde ahora la elección del 2018, es a Peña Nieto al que le importa un comino el prestigio de las instituciones, el oso al que tengan que someterse los fruncionarios, la pulcritud de los procesos judiciales, la perversa fama pública del gobierno corrupto, la sarta de mentiras a que han sometido a la opinión pública, y el desdoro y la insidia del mal llamado sexenio.
Los de Atracomulco vinieron a arrasar con todo lo que esté mal o bien acomodado. Son insaciables, indignos y sucios de capirote. Ellos son los que lo demuestran a cada paso, todos los días, en todo trance.
Al pueblo le corresponde usar la boleta electoral para darle validez y contenido cívico al hartazgo, a la conciencia popular, a la defensa de la patria.¡ Ahora o nunca!
Índice Flamígero: Y mientras, en el gobiernito están hechos bolas. Porque, de acuerdo al portal elpuntocritico.com, ” el suplente del Procurador General de la República, para ocupar el cargo, como tal, debe cumplir con lo establecido en el Artículo 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, (CPEUM) la cual establece que para ser Procurador General de la República se deberá contar con por lo menos 10 años de experiencia en la profesión, lo cual sólo se podría demostrar con cédula profesional como licenciado en derecho. Requisito que no cumple Alberto Elías Beltrán, ya que tiene apenas 6 años de haberse titulado.” ¿Cómo la ve usted? + + + A solicitud expresa del abogado Alejandro Ponce Rivera, se le concede el derecho de réplica a la columna publicada aquí y suscrita por el escribidor, bajo el título Mentira y dolo, pilares esenciales de la corrupción y la impunidad: “En respuesta a los inexactos y falsos señalamientos expresados por el Señor Francisco Rodríguez en su Página de lnternet Oficial indicepolitico.com, nota periodística publicada el 17 de octubre de 2O17 con el título “Mentira y dolo, pilares esenciales de la corrupción y la impunidad”, subtítulo “Ejemplo, el caso ridículo del abogado huizachero Alejandro Ponce”, formulo las siguientes aclaraciones y precisiones: 1. No soy abogado huizachero ni tinterillo, pues soy Licenciado en Derecho por la UNAM, con Cédula Profesional No. 1179857. 2. No tengo riquezas, ni me he enriquecido con el dinero y los embutes de lavadores reconocidos en expedientes judiciales. 3. No he denunciado a 16 juristas. Presenté 4 denuncias ante la PGR en contra de 18 personas por la probable comisión del delito de usurpación de profesiones, de las cuales sólo 5 tienen Cédulas Profesionales de Licenciado en Derecho, por lo que en todo caso sólo denuncié a 5 juristas. 4. Es falso que Daniel Guzmán López sea abogado. 5. No me barnicé ni me hice en el inexistente despacho del supuesto abogado Daniel Guzmán López. Cuando empecé a colaborar con su Revista, yo ya era conocido a nivel nacional por el gremio de la contaduría pública, ya tenía clientes en todo el país, y ya tenía publicados más de 10 libros en materia fiscal. 6. No soy malagradecido con Daniel Guzmán López, porque no tengo nada que agradecerle. Nunca me pagó por los cursos organizados por su Revista qué impartí; ni me pagó por los artículos que escribí para su Revista; al contrario, en muchas ocasiones yo le pagué para que publicara mis artículos; le pagué publicidad; y en varias ocasiones fui patrocinador de algunos de los gastos realizados en sus eventos. 7. El Señor Francisco Rodríguez no afirma ni demuestra que los 18 denunciados sí tengan títulos y cédulas profesionales que los acrediten con las Licenciaturas, Maestrías y Doctorados que expresamente se atribuyen por escrito. 8. No tengo relación alguna con el Ex-Titular de la PGR”. Servido, abogado.
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