Emiliano Salinas es un afortunado. Nació en el seno de una familia que ha amasado enormes cantidades de dinero proveniente de negocios lícitos e incluso ilícitos al amparo del poder público. Hasta ahora ha tenido la fortuna de que las investigaciones del FBI en torno a su activa participación en la secta NXIVM aún no lo alcancen.
Su fortuna personal también es considerable. Entre otros negocios maneja un fondo de inversión y un negocio de retorno de impuestos a turistas extranjeros que visitan el país y del que hay sospechas que podría servir para que él, sus familiares y ciertos personajes oscuros envíen grandes cantidades de numerario fuera de territorio nacional.
¿Qué es la fortuna para el propio primogénito de El Innombable? Lo escribió apenas en su blog y se lo transcribo, respetando la grafía original:
“Siempre me han gustado los juegos de mesa, en especial el Ajedrez. Me apasiona la estrategia, ver cuánto se puede avanzar con decisiones lógicas y bien pensadas. No me gustaba tanto el Backgammon –mucho más antiguo que el Ajedrez, por cierto. Me enfurecía que los dados no salieran como esperaba y me echaran a perder la jugada que había preparado. Decía que no me gustaba jugar juegos en donde el éxito no depende de tu habilidad sino de la suerte al tirar los dados.
“Hoy veo que la vida, curiosamente, se parece más al Backgammon que al Ajedrez. Hay tantas cosas que no están en nuestras manos que podríamos decir que siempre decidimos, entre otras cosas, en base a lo que nos salió en los dados, es decir, a nuestra circunstancia a la hora de la decisión. Es inevitable. La fortuna, como fue definida y estudiada por Maquiavelo ya en el siglo XVI, es también un jugador en la mesa, y seguido echa a perder nuestras más calculadas estrategias, nuestras jugadas mejor pensadas. Y la fortuna nunca se parará de la mesa. Jamás desaparecerá de nuestra vida y gran parte de nuestra vida estará determinada por ella.
“Pero más que una fatalidad hoy veo este hecho como una oportunidad. En la vida me he encontrado en situaciones que en su momento parecían muy favorables, y a la distancia veo que no lo fueron tanto; no me fue tan bien. O tal vez mis decisiones en esas circunstancias no fueron tan buenas, y eché a perder lo que la fortuna me había regalado. Y también en la vida me he encontrado en situaciones que en su momento parecían muy adversas, y que también a la distancia veo que no fueron tan terribles; no me fue tan mal. Tal vez mis decisiones en circunstancias adversas no hayan sido del todo malas, y en algo pude compensar por la mala mano que la fortuna me dio en ese momento.
“Así que tal vez no es la fortuna la que echa a perder nuestros planes sino nuestras buenas decisiones, independientemente de las circunstancias, las que nos permiten capitalizar la buena fortuna que a veces aparece, y mitigar los efectos de la mala fortuna que a veces, irremediablemente, nos toca a todos. Nuestra vida pues no es el resultado de la fortuna en sí, sino de nuestro actuar en el reino de la fortuna donde todos existimos.”
¿Es o no es afortunado? Decida usted.
Gobernación aclara nota publicada aquí
Sobre la firma de Luis Benito Olguín Arellano, quien se presenta como director general de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, llega una comunicación dirigida al editor de la página Índice Político que, en apego a las normas vigentes, se reproduce en su totalidad:
“Con respecto al comentario bajo el título ‘Osorio Chong, 25 mil millones sin licitar’, del pasado 22 de agosto de 2018, me permito precisar lo siguiente:
“Es falso que la Secretaría de Gobernación haya entregado información administrativa alguna al equipo de transición del Presidente electo, toda vez que este proceso no ha iniciado.
“Cabe señalar que, por instrucciones del actual titular de esta dependencia, Alfonso Navarrete Prida, se realizan auditorías con el propósito de garantizar el correcto estado administrativo de esta Secretaría en la presente administración federal.
“El resultado de estas revisiones administrativas se entregará, en tiempo y forma, a las instancias competentes.
“Con base en lo anterior, le solicito atentamente publicar en su medio de comunicación, la presente aclaración.”
Servidos. Sólo que el redactor de la nota en cuestión, a pregunta del editor, señala que los documentos en cuestión han sido comentados informalmente no sólo a integrantes del equipo de transición, también a algunos medios de comunicación. Y eso habla de filtraciones y deslealtades en la dependencia.
Director del AICM se quiere quedar
Mientras que se decide si se da o no luz verde al aeropuerto sobre el lecho del Lago de Texcoco, el nuevo director de la actual terminal aérea de la megalópolis, Miguel Peláez Lira, quiere quedarse al frente del encargo que le confirieran apenas a principios de abril de este año.
Controlador aéreo de carrera, Peláez Lira es más bien un tipo apocado, ensimismado. Y tal vez para suplir esas características se ha rodeado de personajes que dicen ser “chuchas cuereras” en prácticamente todo.
Un tal Sergio Valadez es uno de esos personajes. Ya convenció al director general del AICM que tiene garantizado el puesto hasta que el aeródromo deje de operar.
En qué “abasa”, como dice el ranchero, sus seguridades.
Pues, dice él, que es tan pero tan amigo de Esteban Moctezuma y de Alfonso Durazo, de quienes también menciona ser asesor, que ambos ya le dieron el Vo.Bo, para que él y su jefe permanezcan en sus actuales responsabilidades.
Control. Peláez Lira, controlador aéreo, también debe aprender a controlar a sus controvertidos colaboradores, ¿no cree usted?