NEMESIS
Fernando Meraz Mejorado
La visita de doña Claudia a los sitios devastados por las inundaciones y temporales, este fin de semana, podría haber sido un intento desesperado por granjearse al pueblo, un gesto populista para tomarse la foto y regresar a la Ciudad de México,ya con una campaña de mercadotecnia en busca de mejorar su imagen.
O quizás sus asesores le sugirieron un recurso publicitario para mostrarse cercana a la gente, un gesto de humanismo calculado para acotar la creciente desconfianza hacia su gobierno.
O tal vez, dándole el beneficio de la duda, su viaje de acercamiento fue genuino, un impulso sincero de solidaridad para los desdichados que todo lo perdieron.
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Pero lo que nadie podría haber imaginado fue que se encontraría con la furia rampante, la iracundia de un pueblo hastiado de promesas incumplidas, de engaños y mentiras, de saqueos y desfalcos, de nepotismo y de impunidad.
La herida es demasiado profunda, y la desconfianza hacia el gobierno de la 4-T, es un abismo imposible de cruzar. Y en el fondo de esta ira, se encuentra la sombra de uno de los grandes errores del pasado, la desaparición del Fondo de Apoyo a la Población en Desastres Naturales (Fonden), otra de las muchas satrapías de amlo, un golpe más a la casi nula confianza de la gente en el gobierno morenista.
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Doña Claudia se habrá convencido, ante la valiente y decidida furia que la recibió con abucheos y exigencias que la memoria popular no olvida, y que los errores del obradorato son ya una carga demasiado grande para cargar en el presente. Seguir cargando con ellos implica un costo político que en las actuales circunstancias, simplemente, la administración de doña Claudia no puede pagar, no sin enfrentar una crisis política de proporciones apocalípticas.
No hace mucho tiempo el Maestro Jesús Reyes Heroles recomendaba: “No despertemos al México bronco.” – o-