Como si otra cosa faltara a todos los desaguisados que vivimos en nuestro país, ahora la guerra por el agua en diversos puntos de su geografía empieza a agudizarse.
El crecimiento poblacional e incluso el económico, pocas veces toma en cuenta la escasez del agua que ya se vive y que se agudiza con el crecimiento y desarrollo.
En general, la demanda de agua en el país, es mucho mayor a la que se logra suministrar en algunos puntos del mismo. De tal realidad, el Gobierno tiene que tomar decisiones sobre a quienes otorgar el servicio y a quien excluir, lo que lleva de manera irremediable; primero a problemas de distribución, luego sociales y hasta políticos.
Es patético que a estas alturas de la historia de décadas de conflictos por agua en México, las autoridades aún tomen a la ligera las decisiones de ámbito público.
Todas las decisiones sobre el suministro y distribución del agua en el presente, deben tomar en cuenta que el conflicto puede emerger en cualquier momento derivado de causas indistintas y no basta con imponer la fuerza pública para terminar con el mismo.
Hasta las construcciones de presas en México y en el mundo, conllevan una gran carga social.
Desplazar comunidades enteras para la edificación de represas constituye un gran problema que la mayoría de las veces se soslaya y trae consigo aparejados decenas de conflictos de toda índole; desde económicos, políticos, sociales y hasta de patrones culturales.
Hasta ahora en México, pese a todo el avance en investigación en conflictos hídricos en relación a la distribución y suministro de agua, la administración pública la soslaya.
Parece que aún, nadie se da cuenta que es imperativo sistematizar los conflictos y las variables que se asocian a cada caso y constituir una agenda preliminar y un primer diagnóstico del conflicto cualquiera que sea.
Lo que se vivió en la delegación Álvaro Obregón en San Bartolo Ameyalco por una percepción de la población sobre la distribución del agua, pudo haberse evitado. Seguro que sí. Porque parece que nadie visualiza que la guerra por el agua ya está aquí.
Acta Divina… Leonel Luna, delegado de Álvaro Obregón, afirmo que él no es responsable por los sucesos del miércoles en San Bartolo Ameyalco.
Para advertir… La falta de planeación y prefiguración de escenarios, el inicio seguro de un conflicto.
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