Comencé ayer a reproducir y comentar con usted la más reciente Posdata del investigador Jorge Lofredo donde con conocimiento de causa el cofundador del Centro de Documentación de los Movimientos Armados afirma tajante que “la guerrilla no parece ser prioritaria en la agenda política nacional.” También si las guerrillas –cada vez más de ellas– reaccionan en contra del PRI o del PAN y la conclusión de que, más allá de los partidos políticos, éstas son anti-sistema. Continúo.
Apunta, así, Lofredo: “En el contexto de la actividad de una guerrilla anti-PRI y por la inusitada resonancia en los medios masivos de comunicación por una no demostrada participación guerrillera en los hechos del primero de diciembre pasado, se intentó vincular a las organizaciones conocidas con otras ignotas en sucesos que evidentemente las exceden y a las cuales se les atribuye la capacidad de desestabilización institucional. Esta circunstancia dio espacio a otra especie de asidua presencia periodística: la existencia de una unidad guerrillera y su configuración como amenaza a la seguridad nacional. Si bien desde los grupos eperristas hubo intentos por establecer alianzas con otros semejantes (son dos las que actualmente muestran actividad política), es muy difícil establecer la identidad de la unión de organizaciones de la cual no se cuenta con información mínima ni tampoco de sus integrantes.”
En su análisis el investigador menciona a esas dos organizaciones en actividad: la Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG) y de la Triple Alianza Guerrillera Indígena Nacional (TAGIN). “Sobre la CNG sólo existe un artículo basado en información de un centro de inteligencia no mexicano que mezcla organizaciones existentes con siglas inexistentes y, sumadas a ellas, con otras más que ya dejaron de actuar. Ahí se establece como un hecho ya consumado la interacción guerrilla-narco y se lo presenta como una amenaza a la seguridad nacional. Este artículo tuvo mínimo eco en la red y quedaría archivado como otra noticia más sobre el tema sino se tratase de que el artículo en cuestión, publicado el 31 de diciembre de 2012, es una copia exacta de otro publicado el 23 de octubre del 2009 por el mismo autor, en el mismo medio y en el mismo lugar.
POSPONEN EL “GOLPE MAESTRO”
“Presenta, eso sí, sutiles diferencias: en el del 2009 destaca la convergencia narco-guerrilla y los riesgos inminentes en el mítico horizonte revolucionario que se auguraba para el 2010. Señala: ‘el golpe maestro sería en 2012’ pero ‘a partir de marzo de 2010 comenzarían operaciones de interdicción’. En el artículo del 2012, el escenario parece haber cambiado sus prioridades ya que ahora la amenaza es una alianza guerrillera, la CNG: ‘el golpe maestro sería en 2014’ pero ‘se prevé que sea en marzo del mismo año cuando iniciarían las operaciones de interdicción’. Y no sólo ello. También presenta a la TAGIN como una amenaza latente, de la cual advirtió en el 2009 que cuenta con una ‘incipiente formación militar’, pero que ‘su apuesta se concentraría en la coyuntura presidencial 2012’. Tres años después, el autor señala que TAGIN sigue con ‘incipiente formación militar’, pero ahora ‘su apuesta se concentraría en la coyuntura de las elecciones intermedias del 2015’. Ello es lo que se conoce sobre la CNG.
“Las versiones que existen sobre TAGIN son un poco más añejas y complejas pero tampoco presentan bases sólidas y concretas para establecer una historia lo suficientemente verosímil. El primer dato que se conoce de ella data de principios de noviembre de 1999, de acuerdo a información de ‘grupos de inteligencia militar y civil’ en Morelos y se constituiría como la posibilidad de un ‘estado mayor de la guerrilla’ entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el Ejército Popular Revolucionario y el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente. En esa ocasión se hacía referencia al ‘horizonte insurreccional’ que se habilitaba para el año 2000 con el cambio de signo político en el ejecutivo federal. Un año más tarde, el mismo tema vuelve al tapete a través de la información de un periodista extranjero pero señala que la TAGIN sería la unión de tres desconocidas organizaciones: el Ejército Revolucionario Indígena Campesino, el Ejército Nacionalista Mexicano Insurgente Indígena y el Ejército Campesino-Comando Indígena de Liberación. Si bien ambos refieren que fue en Morelos donde se conoció por vez primera la referencia, cambia por completo la misma idea de construcción de la alianza, ya que el primero refiere a que su presencia está en Guerrero, Oaxaca y Chiapas; en cambio la segunda indica que aspira a la reconstrucción de las ciudades sagradas aztecas.
“En la distancia que existe entre una y otra versión se aloja su credibilidad.”
La conclusión de esta Posdata, por último, no deja de ser más que certera:
“… la creación de amenazas siempre es funcional a la ausencia de políticas en la materia y ese vacío puede ser ocupado por distintas iniciativas no políticas que, a largo plazo, no sólo no resuelve el problema sino que termina ocasionando un costo más alto para ser resuelto a futuro.”
Urge, pues, que la Administración federal fije sus políticas hacia los cada vez más movimientos armados que hay en el país.
Índice Flamígero: “Malas compañías” intitula don Alfredo Álvarez Barrón, El Poeta del Nopal, a su más reciente epigrama, a propósito de la solicitud del ex panista Manuel Espino, et al, para crear un nuevo partido: “Exige a sus adherentes / como único requisito, / ser visitantes frecuentes / ¡de la cárcel de El Torito!”.