La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El verdadero líder no permite que se funda la luz al final del túnel
A casi dos meses de que, Ricardo Ahued, asumió como presidente municipal de Xalapa, información periodística sustentada, da cuenta de un presunto fraude en la instalación de alumbrado público.
Se trata de más de siete mil luminarias distribuidas en 87 colonias, que no cumplen con la Norma Oficial Mexicana, por lo tanto, muchas ya no sirven, sea que se fundieron o titilan. Además, el personal del ayuntamiento no puede intervenir en la reparación, porque el convenio que se firmó con el proveedor lo prohíbe
Así pues, con toda justicia, la actual administración no ha recibido estas obras, avaladas por el anterior munícipe, Hipólito Rodríguez Herrero y el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) y, en consecuencia, el Cabildo ordenó una auditoría técnica.
De confirmarse que hubo anomalías en la compra de las pretendidas luces LED, el flamante alcalde debe denunciar el hecho ante las autoridades correspondiente, más allá de sus compromisos partidistas (mucho se ha especulado que le han sugerido ‘no barrer para atrás’), porque, de no hacerlo, estaría replicando la misma historia de siempre: al aliado impunidad y gracia.
No basta que don Ricardo mantenga un mayor acercamiento con la ciudadanía, se le reconoce, tiene el compromiso ético (dada la gran legitimidad de su triunfo), de comenzar a reconstruir la confianza, de las y los xalapeños, en las instituciones municipales, eso sí, sin alharacas, sólo cumpliendo las ordenanzas legales.
En su primer mandato, Ahued apechugó las trapacerías de su antecesor (basta revisar el affaire CMAS), esperemos que ahora no repita el mismo error. Veremos de que está hecho, no es suficiente con que se vaya a chapolear con el Cui.