Jorge Miguel Ramírez Pérez
No hay plazo que no se cumpla y después de 18 años de campaña permanente sin que el INE, jamás hubiera hecho algo por declarar los múltiples actos anticipados de campaña, se presenta esta elección de origen asimétrica e injusta, exclusivamente esperando los consejeros y las autoridades del país, se ratifique el sucio arreglo para que un aliado de la corrupción, como es López Obrador llegue a sentarse en una silla, que con él, se desprestigiaría mas.
Ni en los tiempos de la Comisión Federal Electoral se habían visto tantas burlas hasta que se les ocurrió, disfrazar el proceso con dizque autoridades autónomas, que no son otros que consejeros seleccionados por los partidos y con un perfil, de preferencia de izquierdistas tirándole al anarquismo para socavar a México.
Lo escribí desde el inicio del proceso y lo sostengo.
Se fueron por el caño miles de millones de pesos en un proceso plagado de mañas y maniobras oscuras, -pero por lógica- mostrando de manera evidente las miserias de los que mandan el país, para quienes este territorio y sus pobladores solo son pretexto para hincharse de dinero los bolsillos, y de ninguna manera, bajo ningún aspecto intentar siquiera gobernar, lo que se llama gobernar, palabra vilipendiada, que según esto es lo que se pelea.
El puntero de las encuestas cuchareadas, como dice él mismo, es uno que avergüenza, jamás asistió a la UNAM y menos a la Facultad de Ciencias Políticas, su cercanía con un bardo querendón de jóvenes, Carlos Pellicer que era senador, le abrió la puerta con la tan mencionada por Rafael Loret de Mola, “cofradía de la mano caída”. Hasta allí en el más puro estilo de la tradición política mexicana, recibió el título por funcionarios de la UNAM como su próximo secretario de comunicaciones, Jiménez Spriu, socio de una filial de Odebrecht.
Obrador fue presidente del PRI en Tabasco, por obra y gracia de la ”vaca sagrada” del comunismo snob de México, el gobernador Enrique González Pedrero, favorecido por Salinas para ese cargo; por cierto Pedrero fue el influyente fundador de Ciencias Políticas, planificador del boletazo al jefe de los chairos.
De la rivalidad del Ingeniero Cárdenas con Salinas, surgió la idea de Manuel Camacho y su operador Marcelo Ebrard de inventar una figura de izquierda para contrarrestar al jefe del PRD; y surgió Obrador, con la publicidad que hasta la fecha le acompaña. Le arrimaron los liderazgos inventados también, derivados del sismo de 1985, la Padierna y Bejarano; y Obrador tardó, pero les cumplió a los Salinas: destruyó el PRD y se llevó por las patas a Cárdenas y su circulo de favorecidos, entre ellos a la Rosario Robles
Por eso le siguen prestando el PT, cuyo verdadero propietario es Raúl Salinas de Gortari, partido que si tiene acusaciones precisas de lavado de dinero, y que como es de la familia del antes innombrable, no pasa nada.
Hoy Obrador sigue fiel a su línea, es aliado de lo más dudoso del país políticamente hablando, se ha rodeado de personas con ganas de revancha con la vida y cuyas expresiones son peroratas de odio y resentimiento, igual que su líder, que está esperando la banda en el pecho, para que opere la banda de venganzas y envidias que lo rodea….
Lo único bueno es que para el solaz de su esposa, como dijo, ya se van a ir a su casa, “la tercera y nos vamos”. No lo dijo como Obrador de su rancho. La mujer debe estar harta de tanto cuento y farsa para servir finalmente a los de la oligarquía como siempre lo ha hecho.
México, parece país de tontos pero no lo es. Obrador va a perder y aunque quiera reconocer a Meade como es el acuerdo, al burócrata le falta mucho.
El error mas grande de Obrador fue sellar su amor con Peña de manera prematura como evidencia principal y su error como método, fue creerse las encuestas y las operaciones de bots que hasta una Carmen Aristegui ha tenido que sacar a la luz esas manipulaciones obvias.
Así que para votar por la impunidad hay dos nombres: Obrador y Meade. Sí, dos batean por el lado de la corrupción: Obrador porque quiere que el fraude lo recompongan y opere a favor de él; y jura y perjura que no tocará a Peña y a su banda, ni con el pétalo de una rosa; y Meade porque desde Calderón, es un experto en ocultar los grandes desfalcos del erario, los pillajes de los fondos de aportaciones que se birlaron los gobernadores del “Nuevo PRI” y el destino del incremento de la deuda de la cual es uno de los promotores.
Y en unos días vamos a ver el triunfo del único opositor, Ricardo Anaya, porque al Bronco, solo lo pusieron con todo y los procesos pestilentes de su nominación para golpearlo también. La verdad será una sola, la de los electores que no se dejan engañar, que han sido testigos de los esfuerzos por calumniar al único de los cuatro que tiene la visión hacia delante y la preparación para llevarla a cabo.