Por: Héctor Calderón Hallal
La dinámica de la política puede explicarse y hasta predecirse también por medio de la ciencia matemática.
Se puede materializar de algún modo en una simple gráfica en un cuadrante cartesiano.
Y como en toda ciencia o disciplina del conocimiento científico, la matemática obedece a propiedades, reglas y leyes.
El tema de la recién aprobada reforma educativa nacional, se puede explicar a propósito de la propiedad del cero (o propiedad Neutra), de las matemáticas; como por las leyes de los signos y las diferentes reglas de operación aritméticas y algebraicas.
Una reforma educativa que es hija y hasta nieta de un par de efímeros formatos de ley que aún nonatos, resultaron olímpicamente repudiados por todos los actores políticos, convertidos ya en intransigentes gladiadores de la arena política actual, en que se ha convertido por el bien de la democracia mexicana, el Congreso de la Unión en sus dos diferentes cámaras.
Reforma educativa “tercera”, que supera una vez más expectativas de propios y extraños.
Estrategia política operada con cierta maestranza; con maña y socarronería, para la que no se escatimó ni tiempo ni esfuerzo alguno para sacarla aprobada antes del 15 de mayo y que confirma el puntual conocimiento de la entraña del animal, del mastodonte político llamado sindicalismo magisterial mexicano, de parte de López Obrador y sus responsables del tema educativo.
Se calcularon tiempos y efectos, pero sobre todo se aplicaron valores a las variables políticas que intervinieron en cada una de las igualdades planteadas en un sistema de ecuaciones, al que fueron despejando por el famoso método de eliminación.
Así entonces, tuvieron los operadores del presidente desde el primer momento el exacto y auténtico valor del movimiento de la multicitada y célebre Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), nutrida fundamentalmente por sus agremiados de las secciones de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas……. Y este valor se aproxima siempre y tiende a cero.
Un movimiento asimilable al fuego pirotécnico que marcha en la columna delantera de toda formación militar portando estandartes, pero que solo sirve para alarmar al oponente; que se queja, grita, alardea y trata de confundir al enemigo; lo agrede y se asume agredido frente al enemigo; que inicia siempre el ataque con el avance de infantería y caballería ,…. pero que nunca lo culmina.
Involucrar a la variable CNTE a la ecuación política de la reforma educativa, es decir a la operación del proceso equivale siempre a multiplicar por cero …. o a dividir por cero.
Ni divide a ninguna causa, ni tampoco multiplica; tampoco suma ni resta; históricamente siempre ha obtenido resultados magros, nulos.
Siempre ha existido un punto de quiebre en sus pretensiones políticas en todas y cada una de las causas. Siempre han tenido lado sus dirigentes, para la negociación. Y aunque hoy siguen amenazando con desestabilizar el país en los próximos días por su desencanto ante el resultado legislativo que supuestamente no les satisfizo, habrá de nuevo una explicación para su repliegue. Lo veremos.
Multiplicar o dividir por cero, por el llamado numero neutro descubierto por los fenicios en la remota antigüedad, equivale siempre a cero. Esto es volver al origen; en el plano cartesiano, equivale a posicionarse en el cruce primigenio del eje de las abscisas y las ordenadas, del eje de las X y las Y pues.
Y es que lo disfuncionales e inviables de las demandas del factor Coordinadora, por sus formalidades para hacer sus peticiones o posicionamientos, orillaron a la parte patronal a volver al origen del problema y hacerlo con toda la anuencia del resto de la sociedad, de tirios y troyanos.
Así entonces, no tuvo un mejor escenario el gobierno que volver a resetear el procedimiento y partir del anterior y entonces vigente ordenamiento legal aún; aquel que por cierto se caracterizó siempre por estar dotado de un atributo punitivo para con la permanencia del docente, tratándose del ámbito de la evaluación continua.
Y que una vez presentada la ponderación por parte del gobierno, entre las exigencias de la Coordinadora que provocaron indirectamente el aborto de la propuesta de AMLO y lo que el resto de la sociedad (la no seguidora del Presidente) quiere de esa pretendida reforma laboral, el resultado fue a todas luces predecible: Optó la población por terminar de aceptar que se necesitaba adecuar la ley educativa heredada de Peña Nieto, pero en la medida en que no llegara a los niveles de radicalización y anacronismo propuestas por la Coordinadora.
Se salió con la suya López Obrador.
Pudo reformar la ley educativa heredada del gobierno anterior, aun cuando tiene muchos aspectos rescatables, teniendo como referente extremo, como espejo de lo políticamente incorrecto al factor Coordinadora, que le sirvió de pala para batir su mezcla y ofrecer su propia propuesta de ley.
Al final, el resultado es una ley aprobada en lo general y en lo particular con 97 votos a favor; 22 en contra y una abstención en el Senado de la República, el pasado jueves 9 de mayo. Ahora será turnada a los congresos estatales para su correspondiente validación.
Se modifican los artículos tercero, 31 y 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, derogando la anterior reforma educativa, aprobada durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto.
Destacan de manera fundamental en esta reforma, los siguientes aspectos:
-Prevalece el control del presupuesto para el ramo educativo, en manos del Gobierno Federal, a lo que se oponía con exigencias la Coordinadora;
-Mantiene el estado mexicano su rectoría en el rubro educativo; y
– Se aparta el nuevo ordenamiento legal, del afán punitivo para castigar al trabajador de la educación que no aprobase el examen de evaluación al que sigue estando obligado a presentar el docente, solo que con la diferencia de que su resultado no será más vinculatorio a la sanción máxima: el despido.
Una atención, una deferencia al trabajador de la educación, en quien en gran medida, está fincada la paz pública y la estabilidad de la nación mexicana, pues el Maestro es formador de ciudadanos, observantes de la ley, respetuosos de sus consecuencia.
Porque la violencia y la inseguridad en este país surgieron cuando permitimos que los hijos le faltasen el respeto a sus padres y cuando los alumnos desobedecieran y desdeñaran a sus maestros.
Que este 15 de Mayo, sea un buen parteaguas en nuestra historia donde maestros, alumnos, padres de familia, sindicato magisterial y parte patronal (gobierno), podamos reasignar valores superiores (diferentes a cero) a las diferentes variables de nuestra ecuación educativa, para poder obtener un mejor y más digno resultado en el proceso de enseñanza-aprendizaje,…. digno de nosotros y de la gran nación que integramos.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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