HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
Hace poco tiempo ex -alumnas de la Facutad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM se reunieron con quien fue su director, el tabasqueño, Enrique González Pedrero, uno de los principales impulsores de la carrera, en su inicio, de Andrés Manuel López Obrador, su paisano y no faltó quien le soltará la pregunta: “cómo ve a su pupilo” y él respodió de inmediato, “no digan que es mi pupilo”, no ocultó su decepción.
Y es que el Andrés Manuel López Obrador que impulsó el entonces gobernador de Tabasco, es muy diferente al que ahora despacha ahora en Palacio Nacional, diferente en su conceptó sobre la corrupción, el perdona a corruptos y luego exige a los periodistas que le muestren las pruebas como sucedió en el caso de Manuel Bartlett, exonerado por la Secretaría de la Función Pública con argumentos legaloides que se sacó de la manga la Secretaria, Irma Erendira Sandoval.
Los críticos por la exoneración del director de la Comisión Federal de Electricidad olvidan que normalmente, la impunidad es producto de una complicidad, ¿que le debe López Obrador al poblano? es la prgunta clave para saber porqué Irma Erendira tuvo que hace malabares para cumplir las órdenes de su jefe.
Habrá que remontarse a las épocas en que el entonces priista, Manuel Bartlett era el Secretario de Gobernación y Andrés Manuel andaba de rijoso por los campos petroleros, ¿qué hizo por él? Seguramente le hizo un favor de esos que se cobran cuando se tiene capital político y se pagan.
López Obrador es otro, perdona, propicia la impunidad y en este primer año de gobierno que concluyó el 30 de noviembre dilpido su principal capital que es la lucha contra la corrupción, que con el caso Bartlett puede haber entrado en una tregua que podría alargarse y echar por tierra su principal promesa de campaña.
Bien decía Cantinflas en la película El Barrendero, hablan de barrer la corrupción, pero a lo mejor no les alcanzan las escobas. Sabia la reflexión del mimo hace muchos años.
López Obrador debe entender que no son sólo los conservadores los que critican sus desviaciones, es también el pueblo bueno cada vez más decepcionado con el bamboleo.
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Hoy se cumple un año del accidente aéreo en el que pedieron la vida los esposos Moreno Valle-Alonso y la promesa de llegar hasta las últimas consecuencias sigue en el aire, no somos iguales dice el presidente, pero igual sucedía con los priistas y los panistas…El PRD quiere repetir en Michoacán, el único bastión que le queda, lo que Morena hizo en Morelos poner a un personaje popular pero sin idea de lo que es la política, como Cuautémoc Blanco, los perredistas están pensando como candidato parea suceder a Silvano Aureoles al exitoso contautor, Marco Antonio Solís, “el Bucky”, quien sabe tocar la guitarra, pero como Blanco, no le entiende a la gobernación.
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