Por Jessica Romero
Quizá peque de optimista. O de naive. Pero yo veo lo acontecido con el Plan B de la reforma electoral como un triunfo ciudadano.
Ante la magnitud de participación lograda el domingo 13 de noviembre en la marcha ciudadana, se descartó siquiera presentar el proyecto de reforma en materia electoral ante la cámara de diputados. En vez de ello optaron por el llamado “Plan B” que echaba mano de todas las artimañas y artilugios de los que se podía echar mano para modificar la ley sin requerir de mayoría calificada. El simple hecho de que ni siquiera hayan querido presentar el proyecto de reforma -asumiendo a priori que sería rechazado- para evitarse la derrota otorga un triunfo implícito a la ciudadanía, esa ciudadanía que -de forma inédita para nuestro país- adquirió una conciencia política que antes no nos pertenecía.
Por primera vez los ciudadanos hemos explorado los conductos para ejercer la verdadera democracia en el Poder Legislativo. La sociedad civil mexicana encontró su voz, se apropió de ella y se hizo oír. Obligó a que los legisladores escucharan lo que queremos y lo que rechazamos.
Rechazamos cualquier intento de dominio contra la democracia.
Como un reconocimiento a nuestra fuerza y a nuestra victoria, quienes pretendían presentar el proyecto de reforma en materia electoral no les quedó más remedio que desistir e inclinar su rey en ese tablero de ajedrez en que se ha convertido el intercambio entre gobierno y ciudadanía.
Fue así que se presentó el Plan B, ese que a vapor fue aprobado en la Cámara de Diputados no sin antes recibir ajustes por parte de los mismos aliados de Morena. Aprobado con el rechazo de Adela Ramos Juárez, diputada de Morena que se mantuvo fiel a sus convicciones personales. En la Cámara de Senadores la aprobación del Plan B permitió que saliera a la luz que los legisladores apoyarían al Presidente, pero con sus reservas.
Todo lo que pasó con el Plan B no es sino una concatenación de signos que ponen en evidencia lo débil que está Morena sobre todo en contraste con lo fuerte que está la ciudadanía.
Twitter: @estilógrafa
Jessica Romero es integrante de Sociedad Civil México además es filántropa por convicción y escritora por vocación. También es consultora, profesora y creativa.
Desde hace más de 20 años realiza la labor de comunicación escrita como parte de sus actividades profesionales. Voluntaria en emergencias y desastres. Tuitera nativa desde septiembre de 2009.