El que será el nuevo gobierno federal a partir del primero de diciembre del año en curso ha anunciado una serie de medidas en contra de la corrupción, un cáncer que padece la administración pública en sus tres niveles de gobierno y cuyo combate hasta ahora se han quedado, en puras promesas, como aquella de la renovación moral de la sociedad que nos prometieron al inicio de los gobiernos neoliberales que tanto daño le han hecho al país.
Se han creado instituciones encargadas de combatirla, llámese, Secretaría de la Contraloría, o posteriormente de la Función Pública, o la Auditoría Superior de la Federación, pero hasta ahora todo sigue igual, como dijera el clásico ni una pluma, le han quitado a esa gallina llamada corrupción.
En México la corrupción se presenta en tres formas: los desvíos del dinero público que van a parar a los bolsillos de los funcionarios en turno; el derroche que hacen los funcionarios que todo, hasta los gastos personales, los cargan al presupuesto público y la ineficiencia, esa que en este sexenio ha provocado una gran sangría al patrimonio de la nación.
El nuevo gobierno anunció recientemente una serie de medidas de austeridad que han recibido el beneplácito de grandes sectores dela población, así como castigos ejemplares para quienes se apropien de dineros públicos por la vía que sea, pero, falta todavía el castigo para quienes por ineficiencia causen daños que repercuten en el desarrollo de México.
La ineficiencia es una forma de corrupción, porque quien acepta un cargo para el cual no está capacitado, provocará, en su desempeño, una serie de pérdidas que finalmente los mexicanos tenemos que pagar. En el actual sexenio se han dado muchos casos de estos, en los que el gobierno pagó el doble del costo de una obra, como ejemplo el caso de Socavón, programado con un costo de mil millones de pesos, al final se pagó el doble, con las consecuencias ya conocidas por todos.
El virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador se montó en el tema de la corrupción que en este sexenio llegó a niveles intolerables, ahora tendrá que cumplir y, sólo atacándola en las tres formas arriba descritas el nuevo gobierno tendrá los resultados que los mexicanos esperamos.
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En el ocaso de su larga carrera política, en la que sólo le faltó ser presidente de la República, Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega se perfila como primer presidente de la Cámara de Diputados en el sexenio que inicia el primero de diciembre y como tal podría poner la banda presidencial a su amigo, Andrés Manuel López Obrador… Denisse Ugalde, actual presidenta municipal de Tlalnepantla, cuyo sueldo mensual es de 500 mil pesos, tuvo como único mérito para llegar a ese cargo el ser hija de Arturo Ugalde Meneses, un lamebotas del Grupo Atracomulco. Los abusos de esta priista fueron la causa de que la alcaldía cayera en manos de morenista Raciel Pérez Cruz…El llorón de Vicente Fox Quezada tiene inversiones en el Centro Comercial Altama, en Tampico, Tamaulipas, en donde fue gato de los empresarios tampiqueños Herman Harris Fleishman y Burton Grossman y en donde conoció a quienes después se conoció como “Los Amigos de Fox” y a los que traicionó por órdenes de Martita. Ahora la violencia poselectoral, en Tlaquepaque, Jalisco fue asesinado Zenón Cocula Fierros regidor electo en ese municipio jalisiense.
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@HctorMoctezuma1